domingo, 1 de diciembre de 2013

[One-shot] Un buen motivo. [Takachii]

Buenas! Aquí traigo una historia que se me ocurrió de la nada, sentía la necesidad de publicar algo así que me puse a ello y esto fue lo que salió. No sé si quedaría bien, pero a mí me gustó la verdad... ^-^











Pareja: Takachii [Takaki Yuya&Chinen Yuri]
Género: Shounen-ai
Extensión: One-shot (pequeñito)
Autora:  Mimi-chan.





*Capítulo único.*





- ¿Estás seguro de esto? – insistió por cuarta vez su amigo, tratando de que reculase, que no hiciese su cometido. Pero ya no había vuelta atrás, tenía que enfrentarlo y dejarlo todo claro. Aunque él no quería, aunque sabía que la otra persona implicada se negaría (e incluso se enfadaría) y que nadie estaría de acuerdo con su decisión, tenía que hacerlo, por el bien de todos.

- Ya te he dicho que sí. – repitió de nuevo al ver la insistencia de Inoo. Seguía por la labor de que rectificase, pero no sería así, lo tenía decidido. Suspiró pesadamente posando su mano en el pomo de la puerta que amparaba su destino. Le dio una última mirada al moreno que negó con la cabeza. Miró al frente decidido y asintió tratando de darse valor, que poco a poco iba perdiendo.

Abrió y entró decidido. Le sonrió a la única persona que había dentro y puso su rostro serio, para que el otro se diese cuenta de que la conversación iba a ser importante. Cerró la puerta y caminó hacia el gran escritorio que había dentro. Se sentó en uno de los sillones que había delante y posó su mirada en el más mayor de la habitación.

- ¿A qué debo tu visita, Takaki-kun? – preguntó sorprendido el jefe dejando a un lado los papeles que anteriormente estaba revisando. La mirada del menor le había advertido que era un tema bastante serio.

- Tengo algo que comunicarle, Johnny-san. – informó. Comenzaba a flaquear, pero no se retractaría, sabía que hacía lo correcto y eso era lo que le impulsaba a seguir adelante. Y si se acobardaba la sonrisa de Chinen le infundiría el valor necesario.

- ¿De qué se trata? – posó su pesada mirada sobre el pequeño que tragó saliva incomodado. Se formó un silencio tenso en el que el señor Kitagawa no había apartado la mirada ni para pestañear, incomodando a Yuya aún más.

- Habla, no tengo todo el día. – sonó a orden pero no irritado. Takaki asintió tragando saliva de nuevo. Johnny-san le miraba intensamente per ya no le acobardaría más.

- Dimito. – sentenció completamente decidido y mirando fijamente al mayor que abrió levemente los ojos sorprendido. No se esperaba esa palabra para nada, porque hubo a varios de sus (antes) trabajadores que había notado que iban a decir eso, pero a Takaki no se lo notó por ningún lado. Y nunca había dado muchos problemas con la prensa para que él ni siquiera se plantease el llamarle la atención.

- ¿A qué se debe esa decisión? – no comprendía el motivo por el cual el menor diría esas palabras. Parecía que le gustaba su trabajo y se esforzaba mucho en cada cosa que hacía, y ya tenía varios proyectos futuros para él.

- Motivos personales que no me encuentro en la tesitura de contarle, Johnny-san. – no le estaba retando y menos quería faltarle el respeto. Simplemente que si le contaba sus motivos una tercera persona saldría mal parada.

- Insisto en saberlos. Tiene que haber alguna explicación lógica para semejante decisión. – reiteró Kitagawa al ver que el menor no tenía ni la mínima intención de darle, al menos, alguna explicación.

- Lo siento, son muy personales. – se negó de nuevo. No quería contárselos, sabía que su jefe se merecía una explicación pero no podía dársela, realmente no podía dársela.

- ¿Estás completamente seguro? – trató de que Yuya pensase en las consecuencias que eso traería. – Luego no podrás volver, por mucho que quieras. – finalizó mirándole intensamente, no quería que se fuese, pero si así era su intención no le podría retener.

- Completamente convencido. – expresó asintiendo a esas palabras. Sabía que si tomaba esa decisión era para no volver nunca. Dejaría de ser un personaje público para ser un anónimo, pero todo tenía su ventaja.

- Vale, la semana que viene daremos la noticia. Ahora si me disculpas… - sentenció volviendo a sus papeles. Estaba algo decepcionado con el muchacho, nunca había recibido una queja de él, parecía alguien aplicado y que se dejaba hacer. Pero resultó ser toda un alma libre y contra eso no podía hacer nada.

- Me alegro de haber trabajado aquí, Johnny-san. – se despidió levantándose y dirigiéndose hacia la puerta. Esa sería la última vez que estaría en ese despacho, no podía evitar sentir algo de tristeza.

Cerró la puerta y suspiró pesadamente. Cerró los ojos algo tranquilo, había tenido el valor de decirlo, realmente lo había dicho y se sentía dichoso por eso. Cuando los abrió se dio cuenta de que Inoo seguía en el mismo lugar en el que le había dejado.

- ¿Ya está? – preguntó extrañado el moreno que se acercó hacia él extrañado. Había llevado poco tiempo la conversación, creía que llevaría una media hora como mínimo.

- Sí. – caminaron por el pasillo donde el menor le bombardeó a preguntas sobre cómo se lo había tomado el jefe o qué había dicho.

Cuando dejó a Inoo en el vestuario con todos los demás que estaban revueltos, como siempre. Se dirigió hacia el exterior de la empresa. Mirando cada cuadro, cada miembro del staf, cada pasillo, cada puerta… sin duda echaría de menos ese sitio y a toda esa gente que hacía posible su trabajo. Lo añoraría, pero sabía que no se arrepentiría nunca en su vida de dejarlo. Y todo era por él, por su pequeño. Sonrió contento, había tomado una buena decisión. Había dejado su trabajo para pasar a ser anónimo y así poder construir un buen futuro para su relación con Chinen. Era lo que más deseaba, quería poder estar tranquilo en su relación, no tener que andar escondiéndose o morderse las ganas por besar el menor cada vez que le hablaba. Todo eso se acababa, ahora podían tener citas tranquilas, podrían acariciarse sin miedo a ser vistos. Tenía claro que para poder vivir una vida tranquila de pareja uno de los dos tenía que dejar de ser famoso y Chinen era el que más futuro tenía. A él no le daba más, le gustaba ese trabajo pero también trabajar en el mar, así que podía buscarse un buen puesto.

Llegó a su casa sonriente. Su madre le preguntó qué tal le había ido, ella sabía todo lo que había pasado y la decisión que había tomado. Ella siempre le había apoyado en todo y esta no iba a ser la excepción. Le contó lo sucedido y ésta suspiró aliviada, al menos Johnny-san no se lo había tomado muy mal.

Subió a tomarse un baño y relajarse. Cuando se estaba vistiendo sintió como llamaban al timbre de la casa insistentemente. Arrugó el ceño confundido de quién podía tener tanta urgencia. Sintió como su madre abrió y saludaba a la persona, después escuchó pasos subir y poco después la puerta de su habitación ser abierta estrepitosamente. Miró sorprendido a la pequeña silueta que le miraba furioso. ¿Qué hacía Chinen en su casa? ¿No tenía que estar trabajando?

- ¿Qué haces…? – no pudo continuar preguntando qué hacía ahí cuando llevó una bofetada en la cara. Tan fuerte fue que le giró levemente la cara. Abrió los ojos sorprendido llevándose una mano a la mejilla que le ardía.

- ¡¿Explícame qué es eso de que has dimitido?! – demandó jadeando levemente y apretando los puños fuertemente. No comprendía nada, hacía unos minutos Inoo le había contado lo sucedido. Y él ni siquiera sabía nada, Takaki no se había molestado en contárselo.

- Pues eso. – habló sin más, aún con la mano en su mejilla, sobándosela pues aún le dolía. Yuri le había pegado con ganas. Miró al menor que tenía los nudillos blancos de lo apretados que tenía los puños. Se fijó en que tenía los ojos vidriosos, ¿iba a llorar? Eso parecía.

- ¡¡Eres un idiota!! – dejó salir todo el aire de sus pulmones en ese grito. Necesitaba insultarle, pegarle y hacerle cambiar de idea. ¿Cómo se le había pasado por la cabeza el dimitir? ¿En qué estaba pensando ese descerebrado que tenía por novio?

- Lo sé. – contestó sonriente, acercándose al menor que en cualquier momento rompería a llorar y quería abrazarle cuando eso pasase.

Le abrazó acercando al máximo sus cuerpos, cogiéndole de las caderas y sonriente. Chinen miró esa sonrisa despreocupada en el varonil rostro del mayor, ¿por qué estaba feliz? Acababa de perder su trabajo.

- ¿Por qué lo has hecho? – pregunto más calmado pero sin devolverle el abrazo. Takaki desvió la mirada buscando una pequeña respuesta que lo resumiera todo.

- Para que seamos felices. – esas palabras sorprendieron al menor que abrió los ojos sorprendido. ¿Qué acababa de decir? ¿Para qué fuesen felices? ¿No lo habían sido hasta ahora?

El mayor miró la duda en los expresivos ojos del menor y sonrió cálidamente. Seguramente que a Chinen no se le hubiese pasado por su mente esa respuesta.

- Si uno deja de ser famoso, podremos ser pareja tranquilamente. A nadie la preocupará, puede que hablen, pero ya no será tan complicado como antes. Podremos salir a citas, sin preocuparnos por si alguien nos ve… ser una pareja normal. – expresó totalmente convencido de que había hecho lo correcto y que ese era un buen motivo.

- ¿Eres consciente de que ya no nos veremos todos los días como antes? ¿O que tendré tanto trabajo que no pueda atenderte? ¿Qué… será solitario sin ti en el ensayo? – ahora el moreno desvió la mirada incómodo no solía expresar sus sentimientos tan abiertamente. – Ya nada será lo mismo, tendremos el tiempo limitado. – se quejó posando sus manos en el amplio pecho de Takaki.

- Lo sé, pero ya encontraremos tiempo. Si antes teníamos tiempo para nosotros, ¿por qué ahora no? – ensanchó la sonrisa enseñando los dientes en esa sonrisa característica de despreocupación que solía poner.

- ¿No te importa perder tu trabajo? – sacó un pequeño puchero, le encantaba saber que era primordial en la vida de Yuya. Apoyó la cabeza en el pecho y escuchó calmado el corazón del mayor.

- Por ti no. – sentenció dándole un beso en la cabeza. Yuri se sonrojó violentamente y le tembló el labio ante la vergüenza de esas palabras.

- Eres un idiota. – repitió Chinen aún sonrojado.

- Un idiota que te quiere con todo su ser. – expresó sacándole otro enorme sonrojo al menor.

Sonrió cálidamente. Amaba a ese idiota.


*Fin.*

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4 comentarios:

  1. Ay, a mi también me daría penita que Takaki dimitiera... pero es muuuy tierno, me ha encantado!!!

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  2. Jaja lol el final me dio dio cierta risa, ¡el TakaChii si existe! al menos eso quiero pensar lol me gusto mucho mucho y que fuese TC lo hace mil veces mejor...Omedeto! pero noooo! Yuuyan no puede dimitir, al menos que sea por Chinen xD mente fijoshi me encanto!

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  3. -le da un paro- ASDADDASD!! YUUYAAAAAAAAA QUE BONITO PERO PERO NOOOOOOOO ESO NO SE HACEE!!! T____T!! asdadasd No se como expresar lo que siento! hermoso fic! porfin algo de Chinen -llora- y y y Mimi chan, te adoro! T////T porfavor mas parejas con chii (que nos ea ryutaro keke)
    Que... Dios que buen tema, original!! enserio, me encanó la trama, da para más algo tan original asdasd y ya mejor me voy asdasdad GRACIAS!!

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