viernes, 24 de enero de 2014

Only you [Capítulo 19]

¡Hola! ¿Qué tal habéis estado? Ya tenía terminado el capítulo desde hace unos días, pero no tuve tiempo de publicarlo. Así que, como es fin de semana ya tengo tiempo para publicarlo *3*
Me alegro de que os esté gustando el serial y cómo se están desarrollando las cosas, la verdad es que no sabía cómo comenzar el desenlace... porque, aunque no lo parezca, nos encaminamos al desenlace de casi todas las parejas. Claramente, el final del Ariyama tardará algo más, porque ese será el final del serial. Tranquilas, no quiero desanimaros, sé que para ese final me queda bastante... porque quiero explicarlo todo bien bien, porque siento que es muy lioso todo. Supongo que pondré algún "Flash Back" para explicar las historias pasadas, como por ej. la del Yabuhika.

Pero bueno, no quiero adelantar acontecimientos. Antes de decir cosas sobre los próximos caps, toca leer este y espero de todo corazón que os guste. ^^




Parejas: Ariyama, yamajima, okajima, yabuhika, chiitaro, takanoo. 



Capítulo 19



- ¿Yuto? ¿Por qué no entras? – habló Inoo a espaldas del mencionado. Éste se sobresaltó y se giró mirando al mayor. Sonrió y asintió.

El día transcurrió tranquilo, como siempre que no tenían planes fueron a la playa. Daiki se rehusó, ese día no podía ya habían ido dos veces en lo que iba de semana. Se quedó en su habitación escuchando música encima de su cama, absorto al mundo que le rodeaba, a todos los problemas que le atormentaban, alejando de su cabeza todos esos malos pensamientos, simplemente escuchando y disfrutando de la música. Necesitaba un rato de no pensar, de no atormentarse con la decisión que había tomado, no quería pensarlo mucho pues sabía que si lo hacía acabaría por acobardarse.

Miraba el techo mientras movía el pie, que le colgaba fuera de la cama, al ritmo de la música, acompañándolo con un leve movimiento de cabeza. La melodía del teléfono alarmó a su dueño, que se levantó y lo cogió de encima de la mesita.

- ¿Sí?

- ¿Daiki-chan?

- ¿Mamá?

- ¿Qué tal estás? ¿Has tenido molestias por el sol? 

- No, mamá estoy bien, no te preocupes. ¿Qué tal todo por allí? – se giró dirigiendo la mirada hacia la ventana viendo como sus amigos reían y se perseguían.

- Bien, tranquilo, como siempre. ¿De verdad que no te has sentido mal?

- Sí mamá. Deja de preocuparte, el médico dijo que no tendría por qué volver a pasarme nada. – su tono era de cansancio, siempre tenía que estar premeditando cada uno de sus pasos y comenzaba a cansarse de tener que cuidarse de casi toda actividad al aire libre.

- Más vale ser precavidos. ¿Has ido a visitar a la abuela?

Daiki sonrió recordando a su adorada abuela, todo un ejemplo de superación y positividad.

- He ido dos veces cada semana.

Continuó hablando con su madre de cosas triviales y de cómo estaban pasando ambos el verano. Era la primera vez que hablaba con ella ese mes y, como siempre, estaba preocupándose de más. Comprendía su preocupación, pero era excesivo.

- Por cierto, Daiki-chan. He concertado una cita con un médico de allí para que te mire. Tienes que ir el miércoles de la semana que viene ¿está bien?

Daiki miró aburrido la pared de enfrente, estaba cansado de las continuas revisiones, aunque ahora estando en verano las comprendía.

- Vale.

- Apúntalo, que no quiero que te escaquees. Tienes que ir sí o sí, que ya hace cinco meses que no vas a revisión.

- Vale, mamá.

Se levantó y dirigió hacia el escritorio que los cinco de esa habitación compartían, no había ninguno otro por toda la habitación. Cogió un post-it apuntando el día y la hora en la que tenía que estar en la consulta.

- Bueno, te dejo que está al llegar tu padre y tengo que ponerme a hacer la cena. Pásalo bien y cuídate.

Se despidió y dejó el móvil encima del escritorio, releyendo una y otra vez el post-it. No le gustaba ir a la revisión, aunque pareciese un niño teniéndole miedo al médico, realmente no le gustaba. Solamente le daban malas noticias y realmente lo había pasado mal.

Se dirigió de nuevo a la cama sentándose en el borde, mirando aburrido el suelo, distraído sin pensar en nada. El rumbo de su vida era una montaña rusa, ahora mismo iba cuesta arriba y comenzaba a sentir el vértigo de la bajada. Temía qué le deparaba después de eso. Ya había tomado la decisión, pero no sabía cómo arreglar las cosas porque solas no se solucionarían.

- ¿Dai-chan? – interrumpió alguien sus pensamientos. Era Inoo y le miraba preocupado.

- ¿Inoo-chan? ¿Qué pasa? ¿Por qué estás aquí? Se suponía que estabas en la playa. – se sorprendió de encontrarle ahí, pero sonrió rápidamente para no preocuparle.

- Eh, sí. Pero me parece que me he quemado así que opté por venir a hacerte compañía. – respondió sonriéndole, dirigiéndose hacia la mesita de su cama y sacar la loción para el quemado.

Daiki simplemente sonrió mirándole como se esparcía la crema.

- ¿Me ayudas? Es que no llego. – pidió tratando de untarse él la crema pero, como había dicho, no alcanzaba.

- Claro.

Se levantó y dirigió hacia el mayor, cogiendo el bote para después esparcirle la crema por la ardiente espalda. Había silencio, ninguno de los dos hablaba; Daiki estaba concentrado en no hacerle daño e Inoo disfrutaba del contraste del frío de la crema en su piel caliente.

- Oye, Dai-chan. – llamó Inoo haciendo una pausa en la que soltó un gemidito del placer de la crema. – ¿Todavía quieres a Yama-chan? – su falta de delicadeza sorprendió al menor que detuvo súbitamente cualquier movimiento de mano.

Despegó la mano de la espalda del mayor, nervioso, creyendo que había sido descubierto. Se suponía que nadie tenía que saber de los sentimientos que aún mantenía por Ryosuke y menos ahora que el menor era feliz con un nuevo novio.

- Dai-chan… - se giró mirando al nombrado que le temblaba levemente la mano que aún tenía levantada. – No pasa nada. – trató de tranquilizar al menor que miraba horrorizado el suelo.

- Es normal. – finalizó Kei mirándole con algo de tristeza.

- Sí, sí que pasa. – elevó un poco el tono de voz, Inoo no comprendería nada aún si se lo explicase. – No me puedo permitir seguir queriéndole, él es feliz. –

Ni él mismo confiaba en sus palabras, sabía que con Ryosuke solía ser muy egoísta y posesivo, pero esta vez no podía ser así, tenía que dejarle libre.

- Sobre los sentimientos no manda nadie. – Inoo trataba de tranquilizarle, ya que intuía que el interior de Arioka era un completo caos, que no sabía lo que tenía que hacer.

- ¡Yo sí! ¡No puedo seguir queriéndole! – gritó, pero no a Inoo sino a sí mismo, tenía que gravarse a fuego esas palabras en el pecho.

- Él es feliz sin mí, ¿qué gano yo con estos sentimientos? – hizo una pausa donde retuvo el tembleque del labio inferior. – Solamente le traigo sufrimiento, solamente le recuerdo un pasado que él no quiere recordar. Y me hago daño cada vez que pienso en estos sentimientos que me carcomen todos los días, que me hacen flaquear cuando me sonríe, que me derriten cada vez que me toca. Pero él no me ve como yo quiero que lo haga, él puede avanzar sin mirar al pasado ¿por qué yo no? – sus ojos escocían, quería llorar.

- Dai-chan… - susurró entristecido. El menor estaba completamente sumergido en un infierno interior y de esa tortura solamente podía salir él, nadie podía sacarle. Le dolía ver a su amigo tan devastado, ver su típica alegría tan apagada.

- No puedo, Inoo-chan, no puedo seguir queriéndole. Y cuanto más tiempo paso a su lado más daño le hago. –

Daiki seguía mirando al suelo aguantando las ganas de llorar, todo era tan difícil y tan doloroso. Él había vuelto con la esperanza de que ellos dos continuasen esa historia pausada, pero no pudo ser y nunca volvería a ser, porque él no podía hacer feliz a Yamada. No era el indicado para Ryosuke.

- Pero bueno. – levantó la cabeza sonriendo fingidamente, sus ojos estaba opacos. – La vida continúa ¿no? – ensanchó la sonrisa aún sabiendo que el moreno no se la creería.

- Algún día explotará todo eso que llevas dentro. – señaló el pecho del menor.

- Pero cuando explote no salpicará a Yamada y eso es lo que importa. – Arioka sonrió.

Se miraron sin decir más palabra, realmente ese había sido un suceso que no tenía que haber pasado. Daiki había estallado porque llevaba mucho tiempo aguantando e Inoo simplemente asimiló todo lo que éste había dicho.





- Yuto. – llamó Ryosuke deteniendo el andar del menor.

Ya se dirigían hacia la casa, el cielo ya estaba con tonos anaranjados indicando que la noche se acercaba. El moreno se giró a mirar a su novio sonriente, quedando ellos dos atrás del grupo.

- ¿Po…Podemos ir a dar un paseo? ¿Solos? – su timidez era mucha y tenía un leve sonrojo en sus mejillas.

- ¿Ahora? – el asombro del más alto era notable pero estaba feliz de ver que Yamada era el que daba el paso.

- ¿No puedes? – la cara de pena que puso al verse rechazado punzó el corazón del moreno.

- Sí claro. – asintió y ambos volvieron sobre sus pasos dirigiéndose hacia la playa de nuevo.

Pronto el silencio entre ellos volvió, no era incómodo estaban disfrutando el momento cada uno pensando en sus cosas. Caminando por la orilla del mar, mojando y refrescando los pies.

- Me sorprendió mucho tu petición. – comentó el menor divertido y con las manos en los bolsillos mirando como sus pies chapoteaban en el agua a cada paso.

- Hace mucho que no pasamos tiempo, juntos. – se sonrojó al decir esas palabras.

Era cierto, nunca tenían tiempo para ellos dos solos, prácticamente desde que habían llegado no habían hecho vida de pareja. Y puede que por eso, los pensamientos y sentimientos de Yamada estuviesen tan revueltos, a lo mejor era la falta de intimidad con Yuto lo que confundía sus sentimientos por Daiki.

- Es verdad, siempre tenemos actividades en grupo. – apoyó el moreno admirando el rostro encendido de su adorable novio.

Reinó de nuevo el silencio ¿desde cuándo tenían tan poca comunicación? Y lo peor de todo es que estaban algo incómodos con este segundo silencio. No tenían temas de conversación entre ellos dos ¿qué les pasaba? Hace unos meses tenían mucho qué decirse ¿qué había cambiado en ese verano?

- Yuto. – llamó el mayor deteniéndose en seco para después girarse y mirarle.

El mencionado también se detuvo y se miraron, transmitiendo cosas de las que no sabían el significado. Mirándose intensamente, la grande mirada de Ryosuke centelleaba causando un ensimismamiento en su pareja. Yuto ante esa mirada tan brillante se fue acercando involuntariamente al rostro del mayor, acariciándole suavemente una mejilla. Sonrió tiernamente al ver un pequeño sonrojo en la otra cara, se aproximó un poco más a la vez que entrecerraba los ojos lentamente.

El corazón de Yamada latía desenfrenado, su boca segregaba más saliva a causa del nerviosismo obligándole a tragar. Miraba cómo el más alto se acercaba a su rostro, esperaba impacientemente.

Nakajima depositó un cálido y tímido beso sobre los labios de su novio, apretando contra ellos. Temiendo la respuesta del mayor, pero ésta rápidamente se dio. Ryosuke movió despacio sus labios incitando al menor a moverlos también, poniendo sus brazos alrededor del cuello del moreno y éste rodeándole la cintura. Poco a poco el beso cogió intensidad, adentrando Nakajima su lengua en la cavidad ajena. Sus lenguas danzaron una contra la otra.

Se separaron por falta de oxígeno ante semejante intensidad. Se miraron tímidos a los ojos, las carnosas mejillas del castaño se tiñeron completamente de un tenue rosa.

- ¿Te refieres a pasar este tipo de tiempo juntos? – sonrió el moreno enseñando sus labios en una picaresca sonrisa.

- Idiota. – le pegó un pequeño golpe en el pecho. Pero sí, necesitaba este tipo de cosas para dejar de atormentarse con sentimientos antiguos.

- ¿Quieres dar un paseo hasta el final de la playa? La noche está agradable. – ofreció el menor sonriendo ampliamente.

Yamada asintió y deshizo el abrazo. Juntó su mano con la de Yuto y entrelazó los dedos. Sonrió cálidamente al ver la sorpresa en los ojos negros de su novio, pero le devolvió el gesto y siguieron caminando por la orilla inmersos en una amena charla.





- ¿No tardan mucho Yama-chan y Yuto? – preguntó algo preocupado Yabu. Él los había visto irse juntos, pero de eso ya hacía como media hora.

- Déjalos, necesitan su tiempo a solas. – añadió Chinen desde el sofá, estaba cansado. Había sido un día ajetreado.

- ¿Qué tal la playa chicos? – preguntó Daiki nada más llegar al primer piso. El resto subió los hombros en un gesto ambiguo.

Takaki vio a Inoo bajar detrás de Daiki y, de nuevo, esos inexplicables e incontrolables celos le invadían su ser. A pesar que sabía que no había nada entre ellos y que ya lo había aclarado con Inoo seguía sintiéndose celoso de Arioka. Desvió la mirada mosqueado, tenía que aguantarse ese sentimiento por el bien de los tres.

- ¿Ya habéis cenado? – habló Inoo. Habían estado en el dormitorio hasta que el menor se tranquilizó, era mejor que se tranquilizase a que explotase con los demás también.

- Aún no, estamos esperando a Yamada y Yuto. – explicó Ryutaro sentando también en el sofá.

Daiki al oír aquello rodó su mirada por todo el salón cerciorándose de que faltaban ellos dos. Una punzada estrujó su corazón, creándole un sabor amargo. Tenía que tranquilizarse, ya había dicho todo lo que pensaba a Inoo así que no podía permitirse que los demás supiesen de sus sentimientos.

- Bueno, ¿por qué no la vamos preparando mientras? – añadió Daiki tratando de distraer su mente. No se podía quedar sentado esperando a que ellos dos viniesen, porque entonces su mente divagaría por suposiciones que le harían daño.

Los demás decidieron que harían eso y se pusieron manos a la obra entre risas y bromas. Pronto la cena estuvo lista y se dispusieron a cenar y justo cuando iban por la mitad del primer plato apareció la pareja muy sonriente y cogidos de la mano. Nada más ver que el resto les miraban separaron las manos, por vergüenza o por no querer ser descubiertos por ciertas personas.

Se creó un incómodo silencio donde los protagonistas eran los recién llegados, no sabían qué decir y el resto parecía que tampoco sabían cómo tratar de tranquilizar a la pareja.

- ¿Por qué no os sentáis a la mesa? Seguramente que tendréis hambre. – interrumpió Daiki ese incómodo. No comprendía por qué había esa tensión en el ambiente.

Ellos dos asintieron y se dirigieron al sitio que siempre ocupaban.

Cenaron en tranquilidad y después de recoger la mesa cada uno se dirigió a su cuarto.

Los pequeños entraron en su cuarto. Yuto no apartaba la mirada de encima de la espalda de Okamoto quien miraba dentro de su neceser para buscar su cepillo de dientes. Nakajima se sentó en la cama meditando una forma de iniciar la conversación sobre lo que había escuchado esa misma mañana, sabía que por su naturaleza no aguantaría más tiempo callado, así que prefirió encararlo premeditadamente antes de meter la pata.

Aprovechó que Chinen, Yamada y Ryutaro habían entrado los tres al baño antes y cogió a Keito del brazo haciendo que se girase a mirarle sorprendido.

- ¿Tienes un minuto?

Keito observó los ojos de Nakajima, tratando de descifrar lo que le iba a decir. Temía que lo que le dijese fuese referente a la “escapada” que había tenido con Ryosuke momentos antes. Asintió muy a su pesar, pues no quería escuchar nada sobre ellos dos en una misma frase.

Salieron de la habitación sin que los otros tres se enterasen y bajaron al piso inferior. Yuto examinaba si había alguno de los demás por el primer piso, pero sonrió aliviado al estar ellos dos solos. Caminó hacia la terraza y cuando Okamoto pasó cerró la puerta, eso les daba algo de privacidad a la hora de hablar.

- ¿Qué pasa? Es raro que quieras hablar en privado. – se notaba su nerviosismo ya que en ningún momento había mirado a los ojos al moreno.

- ¿Por qué tienes una relación falsa con Hikaru-kun? –

Preguntó directamente y sin titubeos, el otro abrió desmesuradamente los ojos sorprendiéndose de lo que había escuchado.


*Fin del cap.19*



Bueeeno, pues hayá vamos de cabeza al okajima. Este cap ha sido más para tranquilizar las cosas (que estaban muy caldeadas) y explicar más o menos cómo se siente Daiki. Quise poner algo de yamajima ya que no he puesto mucho... u_u 
¡Espero que os haya gustado!
¡Mimi-chan destaa~!

4 comentarios:

  1. Está super interesante!!!!!!
    Tengo muchisimas ganas de mas!! Siempre me dejas igual ahahah
    me deja muy mal sabor de boca el estado de Daiki, me da mucha penita! >3<
    Pronto empezará el okajima, y ya me está entrando muchas ganas de leerlo!!!
    Fantástico como siempre, y aquí me dejas esperando con ansias por la conti! *_*

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  2. DIOSSSS!!!
    quiero es 20!!!!
    ya a keito se le acabaron sus dias de mentiras~
    y daiki... que estalle delante de yuto, keito y yamada.... aaarrrrggg!!! dai-chan bakka!!!
    espero que el hika-chan deje sus rodeos y hable con seriedad con Yabu.~
    y que chinen termine de cortar o sembrad mas su amor por ryu-chan!!
    -(las dos ultimas lineas son innecesarias, pero aun asi las escribio xD)-

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  3. Lo leí mientras mi mamá veía una película y después pensaba "¿No esto pasaba? Ah~~ no. Eso era del fic" xD
    ¡Me fascinó!
    Aunque Daiki es un tonto al intentar olvidarse de su amor u.u Bueno... con tanta cosa que ha pasado, tiene razones.
    Kei es un amor de chico *w* y los celos de Yuyan vienen cada vez más XD
    Yuto... soltar todo así :O AQsxvjd me sorprendió en verdad. Pobre Keito, ha de estar en un dilema.
    Ya me dieron intrigas de saber qué pasa >..< y extrañé responder las preguntas que ponías xD
    Espero el siguiente impaciente XD
    Gracias por la conti grandiosa *w*

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  4. n.....n, huiii a Okamoto ya lo cacharon fjsnfasy quiero más OkaJima...
    Los celos de Yuya enamoran (ok'ya) me has dejado intrigada sobre que pasará con las demás parejas...ja Inoo quemado lol y Daiki untándole la crema de hecho no se por que pero pensé que alguien iba a entrar en ese preciso instante e iba a malinterpretar todo n.n pero noo~ bueno jsjxjahavdy quiero conti...

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