jueves, 19 de diciembre de 2013

Only you. [Capítulo 15]

¿Quién pedía continuación rápida? xDD Pues aquí la tenéis! >_<
Además, al anunciarse un nuevo single para JUMP mi animo subió así que... me puse a escribir como una loca xDD

¡Aquí tenéis la continuación! ¡Espero que os guste! ^-^

Parejas: Ariyama, yamajima, yabuhika, takanoo, chiitaro.

Capítulo 15







Yuto fue entrecerrando los ojos a la vez que se acercaba al rostro de Okamoto quien no cabía del asombro. Él deseaba tanto ser besado por Nakajima, aunque… pensándolo bien. Yuto no estaba enamorado de él, ese sería un beso sin sentimiento.

- ¿Yuto? – habló Okamoto tratando de que el menor entrase en razones. No podía besarle sabiendo que estaba enamorado de Yamada. El mencionado abrió los ojos sorprendido, dándose cuenta de lo que estaba a punto de hacer. Soltó rápidamente al mayor y se dejó caer en la arena, sentándose.

- ¿Estás bien? – preguntó Keito. No quería que este acontecimiento afectase a la amistad que tenían. El otro subió la mirada y la fijó en su acompañante, preguntándose qué estaba a punto de hacer.

- Sí. – escuetamente respondió. No tenía ánimos para más palabras, quería estar solo y pensar las cosas con calma. Pues ahora mismo no tenía nada claro, no sabía por qué de repente había tenido el impulso de besar a Okamoto.

- Chicos, ¿estáis bien? – preguntó Yabu acercándose hacia ellos que estaba tirados en la arena y en silencio. Keito le miró y sonrió despreocupadamente.

- No, Yuto ha conseguido mojarme. – se levantó y pasó la mano por su pecho para quitar la arena que se le había pegado a causa del abrazo. Nakajima no contestó, seguía pensativo, tenía que poner orden en su mente.

- Yuto, ¿vamos? – sacó de sus pensamientos el líder. El mencionado subió la mirada y la fijó en el mayor. Asintió y sonrió con una mueca aún confusa en su rostro, cosa que Kota notó. – ¿Pasa algo? – se atrevió a preguntar al menor. Éste simplemente negó y los tres caminaron hacia las toallas donde estaba el resto.



La tarde concluyó sin más sobresaltos, había sido un día espectacular, pero ya los estómagos de casi todos rugían por comida. Así que se apresuraron a entrar en casa y preparar la cena, el día había pasado muy rápido para todos.

Todos se fueron a duchar ya que después de la playa, una ducha era el mejor calmante.

- ¿Qué tal la playa? – preguntó Daiki a los mayores que entraron por la habitación para dirigirse hacia el baño particular. El más pequeño estaba tumbado sobre su cama escuchando música.

- Muy bien y te lo has perdido por vago. – recriminó Inoo mirándole con el ceño levemente fruncido. El menor desvió la mirada incómodo. Él quería ir, pero no podía.

- Ya déjalo, Inoo-chan. Estaba cansado. – defendió Kota. No quería malos royos en el grupo, no ahora que estaban todos y tenían a Daiki con ellos. El moreno bufó molesto a causa de la “riña” que había recibido.

- Mejor os espero abajo. – informó Daiki algo cabizbajo. Salió de la habitación en completo silencio bajo la mirada de los cuatro que allí quedaban.

- ¿Ves? Ya le has hecho sentir mal. – ahora era el turno de Hikaru para reñirle. Inoo desvió la mirada incómodo, no era su intención hacer sentir mal a Arioka, más bien quería hacerlo un tipo de broma.

- Anda, vamos a ducharnos. – Takaki trató de quitar ese ambiente pesado. Los otros tres asintieron.



Daiki se dejó caer sobre el sofá más grande. Él realmente quería pasar tiempo con ellos, pero no podía, lugares como la playa o los días de mucho calor no podía salir. Lo tenía prohibido, aunque él se muriese de ganas no podía estar al aire libre. Las palabras de Inoo le habían hecho pensar. ¿Qué hacía ahí si no podría hacer la mayoría de las actividades? ¿Por qué no mejor había optado por volver en invierno? Bueno, técnicamente había vuelto en invierno, pero la visita se había alargado demasiado. Por eso no quería venir a la casa, porque no podría hacer la mayoría de las cosas. Nada de playa, ni de piscina, ni de un día en el parque… con lo que a él le encantaba el verano…

- ¿Dai-chan? – preguntó preocupado Yamada. Él mismo se había sorprendido cuando había bajado de ducharse para hacer la cena y encontrarse ahí al mayor. Tenía pensado no decirle nada para no pasar tiempo con él, pero el semblante triste y atormentado del mayor le hizo preocuparse.

- Ah, Yamada. – saludó poniendo en su rostro su habitual sonrisa. El menor arrugó el ceño examinando la cara de Arioka, no se creía esa sonrisa.

- ¿Ha pasado algo? – el menor se acercó hacia el sofá (ya que estaba donde las escaleras) con la intención de sentarse, pero optó por guardar cierta distancia con el mayor. Por mucho que le preocupase el estado de Daiki tendría que controlarse.

- ¿A mí? – respondió con otra pregunta, el menor asintió aún examinándole. – No, nada. ¿Por qué lo preguntas? – devolvió la pregunta manteniendo sonrisa. Yamada se dio por vencido, parecía que el otro no tenía pensado decirle nada. Y él no insistiría más.

- Simplemente me pareció que estabas pensativo. – respondió dándose la vuelta para dirigirse a la cocina y preparar la cena. Daiki le siguió con la mirada y sonrió, tenía que dejar de pensar esas cosas, no quería que los demás se preocupasen por su estado.

Se levantó del sofá y se dirigió a la cocina para saber qué iba a preparar Yamada. El menor tenía muy buena mano para la cocina, cualquier cosa que tuviese receta él podía hacerlo.

- ¿Qué tienes pensado hacer? – preguntó sonriente cuando entró a la cocina sorprendiendo al menor que se giró para mirarle. Yamada suspiró resignado, tenía que contestarle, no podía hacerle el feo de no hablarle.

Estuvieron hablando tranquilamente hasta que el resto fue llegando y fueron poniendo la mesa. Yamada suspiró aliviado cuando ya no sintió la cercanía del mayor, se había propuesto tener el contacto mínimo con Arioka y así sería.

Cenaron en tranquilidad, pero Daiki estaba algo extraño. Inoo temía que fuese por el comentario que había hecho y se sentía culpable. No sabía que eso fuese a afectar al menor de tal forma, él no había dicho sin reproche. Tenía que disculparse, no quería que el menor se atormentase por ese comentario.

Yuto seguía pensativo, meditando lo que estuvo a punto de hacer con Keito. ¿Qué le pasaba? Era Keito, su mejor amigo, en quien más podía confiar… ¿por qué había tenido ese impulso? Porque, claramente, había sido intencionado. Pensó en no darle más vueltas al tema y dejar las cosas como si nada hubiese pasado, además, Keito parecía no haberse dado cuenta de su acercamiento y así era mejor. Ignoraría ese episodio puntual, él ya tenía una pareja a la que prestarle atención.



Un mes entero pasó, donde hicieron actividades en grupo o por separado. Como ir a hacer la compra de la semana en la que solamente fueron Takaki y Yamada. Luego Daiki visitaba dos veces a la semana a su abuela. Yabu se había aventurado a ir a la biblioteca, acompañado de Inoo y Ryutaro. Hikaru, Keito y Yuto habían ido al centro comercial en busca de videojuegos. Y Chinen optó por quedarse a dormir las tardes que los demás marchaban. El verano estaba llegando a la mitad rápidamente. Daiki había tenido cuidado con el sol y había ido a la mayoría de sitios que habían propuesto.

Era por la mañana y habían optado por ir nuevamente a la playa, Daiki decidió que iría. Era la primera vez que iban en esa semana y se lo podía permitir. Prepararon sombrillas, toallas, cremas y demás y se encaminaron para pasar allí todo el día. Se sorprendieron de que ese día habría gente, normalmente solían estar ellos diez y alguna familia.

Se asentaron en el habitual lugar. Algunos se metieron al agua de frente y otros optaron por ir más tarde. Los que quedaron en la toalla sacaron una baraja de cartas y pasaron así la mañana. Intercambiando turnos para ir al agua.

Sin darse cuenta llegó la tarde, ya había comido el delicioso aperitivo que Yamada y Takaki habían hecho. Estaban todos tumbados tomando el sol que comenzaba a calentar bastante debido a que no había ni una sola nube que tapase sus rayos.

- ¿Dai-chan? – el mencionado se levantó sorprendiéndose de escuchar esa voz en un lugar como ese. Se irguió quedando de pie, mirando sorprendido al intruso. Los otros nueve miraron al recién llegado.

- ¡Qué coincidencia encontrarte aquí! – exclamó sorprendido el moreno alto. Daiki asintió aún asombrado de encontrarle ahí, se acercó a saludarle y sonreírle radiantemente. El alto hizo lo mismo.

- ¡Lo mismo digo! No sabía que veraneabas aquí. – respondió con el mismo ímpetu. El moreno levantó los hombros despreocupado.

- Solamente he venido este verano y he venido con unos amigos. – señaló a un grupo de chicos que estaban cerca de ellos. El resto seguía mirando interrogantes al intruso que parecía ser bastante cercano a Daiki.

- ¿No nos vas a presentar? – se atrevió a decir Chinen. Daiki miró al bajo y asintió, se le había olvidado que ellos estaban ahí. Ya que no se esperaba encontrárselo ahí, en la playa y eso le había hecho mucha ilusión.

- Claro. – hizo una pausa en la que señaló al nuevo. – Chicos, este es Tamamori Yuta, fue mi compañero en la secundaria alta. Un gran amigo. – le sonrió al mencionado y recibió la misma sonrisa.

- Y Tama-chan, estos son mis amigos. Luego te los presento que son muchos. – dijo divertido. Yuto miró a todos y cada uno de ellos sonriente e inclinó levemente la cabeza en forma de saludo. Los otros hicieron lo mismo.

- ¿Has venido con Taipi y Miyacchi? – preguntó interesando Arioka. El moreno asintió efusivamente y señaló nuevamente al grupo con el que había venido.

- Chicos, voy a ir a saludarles. Ahora vengo. – informó para caminar hacia el otro grupo de chicos que era bastante grande también. Los nueve asintieron y volvieron a su posición original.

Yamada comenzó a pensar mientras escuchaba música tumbado boca abajo en la toalla. Ese Tamamori… conocía una parte de Daiki que él desconocía, era su amigo o mejor dicho, su gran amigo. Compartieron un pasado que él no sabía, cosa que le intrigaba.

Al rato Daiki volvió y Yuta volvió con él, cosa que extrañó a los demás pues creían que se iba a quedar con su grupo de amigos.

- Se va a quedar esta tarde con nosotros, ¿os molesta? – preguntó algo dudoso, no sabía si ellos estarían de acuerdos, pues no le conocían de nada.

- No, no. – se apresuró a contestar Takaki. Sonrió aliviando la pesadumbre de Daiki y la incomodidad de Tamamori. Yamada arrugó el ceño, ¿por qué tenía que pasar ese tal Tamamori una tarde con ellos? No le conocía de nada, ¿qué hacía él con ellos?

Recogieron las toallas y se encaminaron a la casa de Takaki, con Yuta detrás. Daiki no paraba de hablar y sonreír para su amigo de la adolescencia. Entraron y Yuta se sentía algo incómodo, pues ese no era su grupo y sentía que estaba molestando. Pero no había tenido más opción, sus amigos se habían marchado y el tren no pasaba hasta tres horas más tarde.

- Vaya… sí que es grande. – elogió Yuta mirando todo el alrededor de la sala principal, ya que era lo primero que había nada más entrar.

Una enorme sala con tres sofás en forma de U rodeando a una pequeña mesa de té y, en frente de esta pegada a la pared, una enorme televisión. Esa sala daba a la espaciosa cocina, que era americana (con una isla en medio) y a la terraza. Al fondo había unas escaleras que daba al piso de arriba.

- Los padres de Takaki tienen algo de dinero. – explicó Daiki sonriente. Esa reacción seguramente que era la que habían tenido ellos cuando habían llegado la primera vez.

- ¿Algo? – comentó irónico el moreno mayor. Los demás sonrieron ante el comentario y Daiki rió. Yamada examinaba de cerca cada movimiento del “nuevo”, aunque no sabía por qué le generaba tanta desconfianza si era un buen amigo de Daiki.

Cenaron tranquilos y en armonía, con sus típicas bromas y su diversión siempre presente. Tamamori se quedó sorprendido por la confianza que había entre ellos. Vio comportarse a Daiki de una forma que nunca había visto, infantil y malhumorado. También facetas que pocas veces había visto, ahí, con ese grupo Arioka las sacaba siempre. Estaba feliz de que su gran amigo contase con tan gratas personas a su lado.

- Tamamori-kun, todavía no nos has contado. ¿Cómo os conocisteis Dai-chan y tú? – preguntó intrigado Hikaru. Estaban todos desperdigados por los sofás, Yuta se había sentado al lado de Arioka, se sentía mejor estando a su lado, ya que con los demás no había la suficiente confianza.

- Bueno… esa es una historia muy larga. – comentó divertido. Miró a Daiki y le ensanchó la sonrisa, éste simplemente desvió la mirada algo incómodo. No quería que el mayor dijese nada, pero sabía que lo acabaría haciendo.

- Resúmenosla entonces. – se apresuró a contestar Yamada. Le tenía intrigado la historia de ellos dos, ya que Tamamori sabía una etapa de Arioka que él desconocía y quería saberlo todo. Todo lo que Daiki había estado haciendo esos años que no estuvieron juntos.

- Yo me declaré a Dai-chan. – espetó sonriente. El resto abrió los ojos sorprendidos, se esperaban cualquier cosa; un tropiezo, una riña, por amigos en común… pero ¿una declaración? Sencillamente no había pasado por la mente de ninguno. Yamada abrió los ojos soberanamente, ¿Tamamori era un ex de Daiki?

- Eso quiere decir que… - hiló Takaki sorprendido como los demás. Daiki seguía mirando hacia otra parte, ahora algo avergonzado. No quería hablar de esas cosas con sus amigos, aunque lo más vergonzoso era que Yuta revelase esas cosas delante de Ryosuke.

- No, no. – todos prestaban atención a cada una de las palabras que su invitado decía. – Me rechazó, su frase fue “ya tengo a alguien que es el dueño de mi corazón y eso no cambiará nunca.” – cito textualmente las palabras que Daiki le había dicho hacía casi dos años.

Arioka se sonrojó aún más, esperaba que los demás no llegasen a la conclusión de quien estaba hablando con eso de “dueño de su corazón”. Le apenaba que Tamamori dijese esas palabras, pensaba que esa era una experiencia que había quedado en el pasado, pero sorprendentemente su amigo lo recordaba muy bien.

Los demás no cabían del asombro, ¿Daiki había dicho esas palabras? Sonaba muy maduro de su parte, realmente sí que había madurado. Yamada seguía sorprendido, él sabía (o quería creer) que esas palabras se referían a su persona. Puesto que Tamamori había confesado que se habían conocido poco tiempo después de que Arioka se mudase. Miró al castaño mayor, examinándole. ¿Qué era eso de que no cambiaría nunca? Ahora no sentía nada por él, por lo cual, había cambiado.

- Vaya, Dai-chan, no creería que dirías esas palabras. – comentó asombrado Ryutaro. El mencionado se giró rápidamente a mirar al más pequeño.

- ¿Por qué no? – debatió algo malhumorado, ese comentario le había ofendido levemente. Aunque así era Ryutaro, una persona que no pensaba en las consecuencias de sus palabras.

- No pegan con tu personalidad. – volvió a contestar sin medir sus palabras. Los demás rieron y Arioka arrugó el ceño rodando la mirada cansado, no tenía ganas de ponerse a debatir con Morimoto.

- Aunque la cosa no acabó ahí. – continuó la charla Tamamori. Daiki se sobresaltó, creía que la conversación quedaría ahí, pero tal parecía que Yuta lo quería contar todo.

- ¿Qué más pasó? – interrogó Inoo completamente intrigado, todos querían saber más de esos años que Daiki había estado lejos de él. Ryosuke esperaba necesitado la respuesta del invitado, sí, necesitaba saber qué más había pasado entre ellos dos.

- Dai-chan me dio una oportunidad, conseguí salir con él. – respondió entusiasta y sonriendo ampliamente. Sacando varios suspiros de sorpresa del resto, Daiki se mordió el labio inferior. Ya no podía hacer nada, los demás lo sabían.

Miró a Ryosuke, quería saber qué expresión tenía el rostro. Se sorprendió de encontrar una mueca de asombro bastante pronunciada, casi llegaba a la decepción. Yamada arrugó el ceño para después posar su mirada en Arioka, le miró enfadado y con un deje de traición en su mirada marrón.

Sí, Yamada se sentía traicionado por Daiki… ¡él le había estado esperando por casi tres largos años! Y Daiki se había dado el lujo de salir con quien le dio la gana. ¡No se lo perdonaría nunca!



*Fin del cap.15*


Bueno, pues ya está. ^^ 
¿Qué tal os ha parecido? ¡Espero que os haya gustado! A mí me está gustando mucho escribir esta historia. 
¡Muchísimas gracias por todos los comentarios!
Creo que se va hacer costumbre poner esos finales, puesto que el 16 también tiene el final abierto xDD
¡Mimi-chan destaa~~!  

4 comentarios:

  1. D: me quedé super intrigada D:
    Y... ¡yo pedí conti rapidita! XD
    Me encanta leer tan seguido AriYama<3
    Ese nuevo single sí que nos puso felices/ahorrativas a todas XD

    Volviendo al fic...
    Yuto hijo de tu ***** Waaaaaaaaaaa!!!
    Keito ;A; tanto que añoraba ese beso, pero quería que fuera con amor ;A;
    Y WTF!!! Daiki saliendo con Tama-chan... sí que fue una sorpresa... pero gusta *^* Ryosuke ahora sí se sintió... waaaaaaaaaa ¡¡necesito saber que pasa!!

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  2. :OOOOOOO Daiki se los puso a Yamada.. mala gente! D: Y me dio penita keito, tan trocito de pan... ;^;
    Yo soy una de las enganchadas!!!!! Yo también pido hermosas continuaciones pronto ~ ♥

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  3. nooooooooo!!!!
    de donde salio yuta!!!
    >//////////////< como que salir con dai-chan??
    quiero saber que mas tiene que decir tamaaa~~

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  4. Mou soy la única que se siente triste por el nuevo single de HSJ u.u haré lo posible para comprarlo pero es que aggg el dinero! Ok ya! Te lo diré! Este finc me a gustado mucho leí los 14 capítulos seguidos y exactamente hoy que tenía tiempo libre e decidido comentarte pero vi el cap 15 y fui débil y lo leí...y haaa no, no Yamada y tu que? Te estas interponiendo entre el OkaJima ok'no...pero waaa y ese Yuta ¡Si vamos Yuta sigue contando! Me has dejado intrigada esperare la conti de este y el final de Bounce que espero algún día actualices lol...

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Si te ha gustado comenta! con tu comentario haces que me anime a escribir más! Gracias! ^^