jueves, 31 de enero de 2013

Quiero contigo. [Inoodai] [Two-shot]

Hello everybody! ¿Qué tal están? Espero que bien.
Aquí les dejo un two-shot que llevo tiempo trabajando en él. La verdad es que iba a ser un one-shot, pero creo que me ha quedado muy largo así decidí partirlo y hacerlo two-shot. Es un inoodai, y creo que me ha quedado algo... raro. No sé, vosotras juzgaréis.
La segunda parte la colocaré dentro de poco, aún no sé cuando volveré a tener un buen rato libre para corregir la segunda parte y colgarlo. Pero prometo no tardar demasiado! (>.0)

Nota: Siento lo del título, no sabía qué nombre ponerle a la historia... u.u'
Nota2: Dedicado a Mabel, que me dedicó un Ariyama por mi cumpleaños y dijo que tenía ganas de Inoodai, pues la quiero complacer. También para que se despeje de tanto Ariyama y lea algo que le guste! >.<




Pareja: Inoodai [InooKeiXAriokaDaiki.]
Extensión:  Two-shot.
Género: raro... 
Nota: Puede que en esta parte no parezca que haya nada de amor ni nada, pero es que no estaba pensando en hacerlo romántico... más bien... quería hacerlo ardiente.. xD En la segunda parte lo veréis.
Autora: Mimi-chan. 




Daiki tenía su mirada fija en la escena que se presenciaba a unos metros de distancia a él. Estaba concentrado, pues estaba estudiando y su madre le había enseñado que cuando se estudia no se puede perder la concentración con nada. Miraba a las dos personas coquetear, aunque sabía que le dolería después, tenía que saberlo.

También sabía que esa solamente sería otra conquista del mayor, otro número más que añadir a la interminable lista de ligues del moreno. Otro de los muchos que pasaría esa noche por su cama. Todos los integrantes de su grupo de música había pasado por sus brazos. No, mentira, todos no. Él no. El moreno no había intentado nada con él en esos cinco años que llevaba formado el grupo. Y no comprendía el por qué, por eso estaba ahí espiando, para comparar qué era lo diferente. Qué era lo que tenían los demás que él no tuviese, aún no lo comprendía. 

Llevaba varios días con esa incógnita en la cabeza y no podía sacársela. ¡Pero es que no lo entendía! ¡¿Por qué con él no lo había intentado?! Con todos los miembros se había acostado, incluso había repetido varias veces con alguno de ellos, ¿por qué con él no? No lograba encontrar una respuesta lógica. 

- ¿Sigues buscando la razón por que Inoo no intenta nada contigo? - preguntó una voz detrás de él sobresaltándolo, dio un brinco del susto y se giró para ver de quién se trataba. Encontró a Yabu detrás de él sonriéndole con unas bolsas en las manos. Era cierto, el líder vivía por aquí cerca.

- Es que no logro entenderlo. - respondió dirigiendo de nuevo su mirada al mayor que estaba sentado en un banco junto a su conquista de ese día. Miraba malhumorado la escena, seguía sin comprender qué tenían los demás que él no tuviese. Él se encontraba tan atractivo como cualquier otro. 

- ¿Por qué no dejas de atormentarte? - se agachó junto a él. Daiki estaba agachado detrás del banco que daba justo de frente al de Inoo. Desde ahí podía tener una vista privilegiada del panorama. Yabu dejó las bolsas en el suelo y miró la escena junto al menor. - No creo que sea algo tan importante.- habló mirando la escena sonriente. 

- Lo dice el que se hace llamar el "follamigo" de Inoo. - le dio una mirada fulminante, no por celos sino porque esas palabras no cobraban sentido de la boca de Yabu. Él era con el que más había repetido Inoo, y lo había oído de la propia boca del moreno. 

- Bueno, bueno. - tosió un poco ante el "seudónimo" que Daiki le había puesto. - Eso es lo de menos. - lo cierto era que sí se había acostado muchas veces con Inoo. Pero era culpa del menor, porque sabía como camelar-lo para llevarlo a la cama y eso que él era muy exigente respecto a ese tema. - ¿Y por qué no te insinúas tú en vez de él? - le consultó el mayor mirándole de reojo.

Daiki abrió los ojos mientras miraba la escena de Inoo. Yabu tenía razón, podía intentarlo él. ¿Por qué no? Seguramente que Inoo no se resistiría a sus encantos más ocultos. Y tan ocultos... ni si quiera sabía él cuáles eran. Bueno, eso era lo de menos, ya se le ocurriría algo.

- ¡Tienes razón! - exclamó Daiki dando un golpecito con su puño en la palma de la otra mano. Eso era, haría que Inoo cayese ante sus pies. Una vez que hubiese probado de la dulce medicina del sexo con Inoo lo dejaría en paz. Solamente quería saber qué era eso tan maravilloso que hacía Inoo que tantas veces había escuchado hablar a Yamada, Yuto y Chinen. 

- Aunque te advierto, Inoo es muy difícil de conquistar. - aconsejó el mayor sin mirar al menor. Sonrió al recordar la vez que cambiaron los roles, donde él tendría que conquistar a Inoo. Y eso era imposible, no había persona que pudiese conquistarlo.

- ¡Nada es difícil para Daikinman! - habló enérgico el menor levantando el puño en signo de determinación. Yabu sonrió. El menor se levantó y salió corriendo desvelando su escondite, pero agradeció que Inoo no se diese cuenta. Estaba muy ocupado en comerle los morros al otro chico desconocido. Yabu miró sonriente la figura del menor corriendo todo alegre. 

- No sabes lo que te espera. - susurró Yabu compadeciéndose de Daiki. Suspiró mientras cogía sus bolsas y se dirigía a su apartamento dejando algo de intimidad a los dos "tórtolos". - Pobre Hikaru, ha estado esperando media hora por sus palomitas. - habló divertido al pensar en el otro que le esperaba en su casa, seguramente que estaba que trina. 

Daiki llegó a su casa totalmente contento, sí, haría que Inoo quisiese hacerlo con él desesperadamente. Pero la pregunta del por qué Inoo no quería nada con él le rondaba la mente. Seguía sin comprender del todo qué era lo que no le atraía de él a Inoo. "Bueno, simplemente puedo no gustarle", le había dicho Yamada varias veces. Solamente Chinen, Yabu y Yamada sabían de la reciente necesidad de Daiki por llamar la atención de Kei. Ninguno de ellos comprendía el comportamiento de Arioka, pero les parecía normal. Ya que era con el único que Inoo no había intentado nada, seguramente que ellos si estuviesen en la situación de Daiki pensarían lo mismo.

Le mandó un mensaje a Yamada al móvil para qué supiese del próximo plan que iba a llevar a cabo, seguramente no le parecería buena idea, pues Ryosuke no comprendía el comportamiento de Daiki, pero no le diría nada. Además, solamente era insinuarle un poco, nada más. 

Al poco tiempo de mandarle el mensaje a Yamada su móvil sonó alertándolo de que alguien le había mandado un mensaje a él. Pensó que sería Yamada, pero se equivocó. Era su "víctima". Miró sorprendido la pantalla del teléfono, se sorprendió de lo que acababa de leer. 

" Dai-chan, puede que te sorprenda, pero el chico que acabo de conocer me ha encantado.
     ¡Somos muy compatibles! :D"

Ese era el mensaje que había recibido de Inoo, ¿cómo que eran muy compatibles? ¿En qué sentido de la palabra? Quería preguntarle pero las manos le temblaban, ¿a qué tenía miedo? Por supuesto, a que su plan se fuese al traste sin ni si quiera comenzarlo. Miraba fijamente la pantalla del móvil, quería preguntarle, de verdad que sí, pero algo se lo impedía. ¿Era su orgullo? No. ¿Era miedo? Puede. No podía negar que estaba asustado de la respuesta que Inoo le pudiese dar a la pregunta "¿Compatibles?" que rondaba por su mente. 

Prefirió no contestarle hasta el día siguiente, cuando pudiese encarar-lo de frente en la sala de ensayos. Se tumbó encima de su cama boca abajo, tratando de tranquilizarse y pensando las cosas con calma. Que Inoo encontrase a alguien 'compatible' no significaba el fin del mundo. Escuchó que su móvil sonó, seguramente que era Yamada contestándole al mensaje que le había enviado momentos antes de recibir el de Kei. Pasó de mirarlo, no tenía ganas. Quería que el tema del chico de Inoo se resolviese. 

Mañana sería otro día, encararía a Inoo y sabría a que refería con lo de compatibles. 

Ya se encontraban todos en la sala, únicamente faltaba Daiki que había ido al baño. Ninguno sabía qué le pasaba, ese día estaba raro, eso era lo que pensaban todos. 

En el baño estaba Daiki tratando de tranquilizarse, había visto a Inoo y le había saludado como todos los días, seguramente que el mayor no había notado nada extraño. Pero seguramente que después le preguntaría el porqué no le contestó ayer al mensaje. 

Respiró varias veces y salió del baño intentando tranquilizarse en el camino. 

Entró en la sala y se sorprendió de encontrarla en silencio, miró a todos lados y vio a los miembros sentados y tranquilos. Normalmente no era así, tenía la duda así que preguntó.

- ¿Qué pasa? - preguntó mientras entraba completamente y cerraba la puerta suavemente detrás de él. Miró a todos los miembros buscando al que hablaría primero.

- Un chico acaba de entrar y preguntar por Inoo y se acaban de ir. - habló Hikaru mirando a la nada. Daiki se sorprendió, pero no le pareció extraño, pues no era la primera vez que una conquista de Kei venía a buscarle y se iban a "tomar algo".

- ¿Y qué pasa con eso? No es la primera vez. - habló mientras se dirigía a una de las sillas que estaba libre, justo al lado de Yuto que miraba a la nada también. No sabía qué les pasaba, ¿tan afectados se habían quedado después de lo de Inoo? ¿O todavía no se lo creían?

- No, no es eso. - interrumpió Takaki que estaba igual que el resto, aunque algo más recompuesto. Daiki dirigía la mirada a cada uno de sus compañeros, no comprendía qué era lo que pasaba. - Lo que pasa es que nos lo ha presentado. - volvió a dirigir la mirada a Yuya ya que era el que hablaba. Esperó en silencio a que siguiese hablando. - Como su novio. - sentenció el mayor mirando a la nada también. 

Daiki abrió los ojos sorprendido, a eso se refería Kei con lo de compatibles. Que el chico era apto para ser candidato a novio. Ahora comprendía a los demás, que Inoo tuviese novio era algo muy raro, demasiado raro, ya que le iba más la jarana que a un niño un caramelo. Bueno, tampoco era el fin del mundo. Así que sonrió, tenía que disimular, aunque su plan se hubiese ido al traste antes de empezar.

- ¡Era hora! - exclamó sonriente haciendo que las miradas de sus compañeros se dirigiesen a él. Algunos le miraron sorprendido, pues Daiki era el que menos quería que tuviese novio, o por lo menos, no antes de hacerlo con Inoo. - Menos mal que nuestro pequeñín a sentado la cabeza. - finalizó sonriente. Algunos de los miembros sonrieron también. 

- ¡Además de verdad! - exclamó Chinen que había recuperado la alegría de siempre. Todos estaban en ese estado no porque sintiesen algo por Inoo sino, porque la sorpresa era demasiado grande como para ocultarla, era un fenómeno nunca visto antes. 

- Ahora, Yabu. - llamó Hikaru divertido. - ¡Se te acabó el sexo gratis! - estalló en carcajadas seguido de alguno de los miembros. - Ahora vas a tener que pagar para poder hacerlo, porque viendo que no te comes un colín... - volvió a reírse. El líder estaba molesto, no sería el único que saliese perdiendo. 

- ¡No soy al único que se le va acabar el chollo! - exclamó parando algunas de las carcajadas del grupo. Todos miraban la pelea divertidos. - ¡A Chinen también! - señaló al menor que estaba hablando con Yamada tranquilamente. Este al escuchar su nombre miró la escena sorprendido, apenas había podido escuchar lo que Yabu había dicho de él. Pero logró entenderlo.

- Es cierto, Inoo y yo éramos muy compatibles... - pensó en voz alta, algo triste Chinen. También había sido con el que varias veces Kei había repetido. - Bueno, ya me encontraré a otro. - habló restándole importancia al tema y volviendo a hablar con Yamada tranquilamente. 

- Bueno, bueno. - interrumpió Keito antes de que la pelea fuese a más porque sabía que Hikaru no pararía hasta que Yabu se le echase encima a pegarle. - ¿Por qué no mejor nos ponemos a ensayar? - preguntó en general. Todos asintieron y se dirigieron hacia el centro de la sala colocándose en posición.

El ensayo había acabado, ya la mayoría estaba duchado y sólo quedaban Yamada y Daiki por acabar de vestirse. Yamada se había acercado a Daiki para hablar lo del plan del mayor. Se sentó en el banco que había mientras veía al mayor calzarse aún sin ponerse la camiseta. 

- ¿Y qué vas a hacer con el plan? - le preguntó, estaban solos, así que no pasaba nada por sacar el tema. Además de ellos sólo quedaba la mochila de Inoo que seguramente más tarde iría a por ella. - No creo que puedas seguir con él. - seguía mirando al mayor atarse los cordones.

- Ya lo sé. Pero lo dejarán, ya sabes como es Inoo. - respondió concentrado en los cordones. Escuchó a Ryosuke suspirar cansando, sabía que era muy arriesgado seguir con el plan de conquistar a Inoo, pues tenía novio y parecía que el mayor estaba ilusionado.

- ¿Y si eso no pasa? Inoo parece tener optimismo en que salga bien. - comentó tratando de hacer entrar en razón al mayor que estaba dispuesto a seguir con el plan. Él lo encontraba algo absurdo, no comprendía ese afán por acostarse con Inoo. Comprendía que podía tener curiosidad de por qué el mayor no quiso acostarse con él, pero no por eso tenía que conquistarlo solamente para acostarse con él. Era cuestión de dignidad. 

- Sabes que pasará, no es la primera vez que Inoo se echa novio. - se irguió ya que acabó de calzarse y se dio la vuelta para abrir su casillero y sacar la camiseta que había ahí. Dándole la espalda a Yamada. Este miraba su espalda algo mosqueado por la terquedad de Daiki.

- ¿No será que te has enamorado de Inoo? - le preguntó directamente el menor mirando fijamente su espalda. El mayor dio un pequeño sobresalto. Abrió los ojos sorprendido, no, no estaba enamorado de Kei. Sonrió divertido ante la ocurrencia del menor.

- ¿Pero qué dices? - le preguntó con un tono de diversión. El menor se sorprendió por el cambio del mayor, este se giró y le encaró con la camiseta en la mano. - No me gusta Kei, simplemente me quiero acostar con él, nada más. - sentenció Daiki sorprendiendo a Ryosuke. No se esperaba para nada esa respuesta del mayor, pensaba que iba a dudar más a la hora de contestarle pero eso no había pasado.

- Te noto muy seguro. - insistió el menor examinando-le con la mirada, el mayor le sonrió. Pues claro que le notaba seguro, lo estaba. Inoo simplemente le atraía, nada más. 

- Ay, Yamada, Yamada... - suspiró mientras se acercaba al menor y le colocaba una mano en el hombro. Negando con la cabeza. - Sexo sin sentimiento es lo que hacen los mayores... - habló aún manteniendo esa actitud de evidencia que estaba empezando a cabrear al menor. 

- Ya lo sé, idiota. - respondió algo divertido por la actitud del mayor, aunque le mosqueaba que le tratase como un niño. Le faltaban menos de seis meses para ser un adulto en su país. - Yo simplemente lo digo porque estás obsesionado con llevártelo a la cama, tiene que haber algo detrás de todo ese deseo. - finalizó el menor, viendo como el mayor mantenía la sonrisa y quitaba la mano de su hombro para ponerse la camiseta. Cosa que Ryosuke agradeció, pues estaba cansado del exhibicionismo de Daiki. 

- ¿Tú estás enamorado de Yuto? - le devolvió la pregunta cuando sacó la cabeza de la camiseta, Yamada se sorprendió por esa pregunta, no comprendía el significado de ello pero le contestó.

- No. - contestó seguro. Ahora intuía por dónde quería ir a parar Daiki, pero no le interrumpió, esperó a que el mayor continuase hablando.

- Sin embargo, te acuestas con él cada vez que puedes. ¿Estás seguro que no estás enamorado? - le devolvió la pregunta a Ryosuke con un tono de burla y de ironía. - Tiene que haber algo detrás de todo ese deseo. - repitió las mismas palabras que momentos antes el menor le había repetido. Ryosuke arrugó el ceño, le molestaba que Daiki se tomase así su consejo.

- Ya entiendo. - dijo para que el mayor no siguiese metiéndose con él. Simplemente lo había dicho porque tenía la duda en la cabeza. Además, nunca estaba de más que Daiki se cuestionase a sí mismo sus sentimientos hacia Kei. Se cruzó de brazos algo molesto por el comentario de Daiki, encima de que quería ayudarle le hacía burla. Continuaba con el ceño fruncido.

Daiki notó la molestia en la actitud del menor, así que se sentó a un lado de él y suspiró comprensivo. Comprendía que ese comentario podía haber ofendido a Ryosuke. Colocó de nuevo una mano en el hombro de Yamada.

- Perdón por decírtelo así. Sé que sólo me quieres ayudar, pero es que estamos en la misma situación. - suspiró recordando las numerosas veces que Yamada le había dicho que se acostó con Yuto. - Con la diferencia de que tú sí te acuestas con Yuto y yo con Inoo no. - murmuró entre dientes mostrando su molestia. Yamada sonrió ante ese comentario del mayor. - Pero al fin y al cabo estamos igual. Yo quiero fervientemente acostarme con una persona, y tu te acuestas salvajemente con otra. ¡Estamos igual, amigo! - levantó el pulgar de la otro mano que tenía libre y le sonrió con complicidad. - A eso me refería antes. - finalizó levantándose del sitio. Y dirigiéndose a su bolsa de deporte para guardar la muda de los ensayos.

- No lo hacemos salvajemente... - susurró sonrojado el menor, Daiki logró escucharlo y le sonrió picaresco. Se giró y le mantuvo la sonrisa, ante tal acto Yamada temió lo peor.

- Una vez os escuché en las duchas. - dijo señalándolas. Aprovechando que las tenía cerca, y que la situación lo requería, lo confesó. Nunca se lo había dicho a Yamada porque sabía que se moriría de la vergüenza, pero ahora que el menor tenía la cara de mentirle se lo diría. Sonrió divertido ante el enorme sonrojo que había por todo el rostro del menor. Ryosuke se tapó la boca con una mano, no cabía de la sorpresa. Sus ojos parecían que se le saldrían de las cuencas. El mayor soltó una enorme carcajada, mientras se agarraba el estómago. 

- ¡Cállate no es gracioso! - gritó el menor aún con el sonrojo. El mayor llevaba un rato riéndose de él. ¡Era normal que se avergonzase! ¡Cualquiera al que le digan que le escucharon mantener relaciones sexuales se avergonzaría! Seguía escuchando la ruidosa risa de Daiki, se estaba empezando a molestar. Y más cuando notaba que a cada risa de Daiki, él se sonrojaba aún más. No acababa de asimilar que había sido escuchado... ¡solo de pensarlo se sonrojaba aún más! 

- Oh, sí, sí que es gracioso. - dijo como pudo, aún no podía retener la risa. Ver esa expresión en el rostro del menor... era muy gracioso. Pero no sabía por qué Ryosuke se avergonzaba, si ya sabía que ellos dos se acostaban. Bueno, seguramente saber que fue descubierto manteniendo sexo era vergonzoso. - Me acuerdo que decías, "oh, sí, Yuto, sigue sigue" "¡más, más!" - intentó imitar la voz excitada de Yamada pero no pudo. La risa le podía, cada vez la expresión iba a peor y era mucho más graciosa que antes. 

- ¡Cállate idiota! - gritó mientras se abalanzaba sobre Daiki y le agarraba del cuello, mientras con el otro puño le hacía un capón, molestando al mayor que seguía riéndose. - ¡Deja de reírte! - hizo más fuerza con el puño tratando de hacerle daño y que se dejase de reír. 

- Ay, dios. - suspiró tratando de tranquilizarse. - "Oh, sí, Yu"- no pudo seguir porque fue interrumpido por la puerta de los vestuarios que había sido abierta, apareciendo por ahí Yuto. Daiki se sorprendió y Yamada aún más, era la persona menos indicada para entrar ahí. 

Yamada soltó a Daiki de la sorpresa que resultaba el ver a Yuto ahí, precisamente del que estaban hablando. Y Daiki no decía cosas muy decentes sobre él. El sonrojo pudo en la blanca piel de Yamada, seguramente que tendría hasta las orejas rojas. Y por si fuera poco, las imágenes de él haciéndolo con Nakajima venían a su mente. 

Daiki estalló en carcajadas, era completamente increíble que Yuto apareciese, justo en ese momento cuando la conversación menos lo requería. Pero no podía negar que era muy gracioso. Y más ver la cara de sorpresa de Yamada, junto con la de desconcierto de Yuto. 

Las carcajadas de Daiki y el sonrojo de Yamada, era algo que no conseguía comprender Yuto. Miró a ambos sorprendido. Las carcajadas de Daiki no ayudaban para nada a que Ryosuke se tranquilizase.

- Eh, ¿Pasa algo? - preguntó desconcertado Yuto. Aún tenía el pomo de la puerta en la mano, no había conseguido entrar del todo.

- ¡Vete de aquí, idiota! - gritó Yamada mientras cogía su mochila, que estaba a un lado de él, y salía corriendo por la puerta empujando levemente a Yuto en el camino. Esas palabras eran por Yuto, no quería decirlas pero era lo primero que le había pasado por la mente, y sin él darse cuenta habían salido. Luego le mandaría un mensaje para disculparse con él, pero ahora, la vergüenza era demasiada. Mataría a Daiki. Eran los pensamientos de Yamada.

- ¿Se puede saber qué pasa? - preguntó Yuto entrando en los vestuarios y cerrando la puerta detrás de él. Seguía sin asimilar lo que acababa de pasar. Una vez que Daiki se tranquilizó, le respondió. - Me dice que me valla, pero sale él corriendo. No lo entiendo. - suspiró Yuto.

- Nada, que Yamada es tonto. - se limitó a decir, a causa de esa situación se había ganado un gran dolor de estómago. Y sabía que mañana Ryosuke le daría una paliza, pero hoy, había sido muy gracioso. - ¿A qué has vuelto? - le preguntó ya tranquilizado. Yuto hacía como unos veinte minutos que se había ido junto con los demás miembros.

- Yabu nos va a llevar a mí, Keito y Hikaru hasta casa, pero se olvidó de las llaves del coche. - suspiró buscando en el casillero del líder. - ¿Quieres venir? Hay un asiento libre. - preguntó una vez que hubo encontrado las llaves y las guardaba en su bolsillo del pantalón haciendo un metálico sonido al chocar unas contra otras. 

- No, voy andando. Necesito despejarme. - habló cerrando la mochila una vez que lo hubo guardado todo.

Cogió su mochila de deporte y salió junto con Yuto del vestuario, cerrando la puerta detrás de él. Daiki miraba a Nakajima y se le venía a la mente el rostro sonrojado de Yamada y una pequeña risita se le escapaba. 

En la entrada de la empresa se separaron, Yuto tendría que ir con los demás y Daiki caminaría un poco. Se despidieron y cada uno se fue por su lado. Daiki caminaba solo por las calles, hacía frío así que se abrochó la chaqueta para resguardarse de él. El viento que corría tampoco ayudaba, era de un frío helador. Normal, siendo Enero. 

Necesitaba pensar las cosas con calma, él quería acostarse con Inoo pero si éste tenía novio poco podía hacer. Pero el deseo de acostarse con él le podía. Además, sabía que Inoo iba a durar poco con el chico. Mejor sería esperar a que cortasen. Estaba seguro que eso sucedería lo más pronto. O eso quería creer, porque Yamada le había infundido dudas, ahora no estaba tan seguro de que eso fuese a suceder pronto, y le mosqueaba el echo de dudar. 

No, sabía que iban a cortar lo más pronto posible. O ya se encargaría el de que fuera así.




*Fin de la primera parte*


Les dije que me quedó largo... u.u Espero que les haya gustado ^-^ 
Esperen la siguiente parte, que ahí viene lo mejor.

3 comentarios:

  1. Jejeje me gusto, que pongas a Inoo así y yo se que Daiki lo ama xD también me gusto cuando Daiki dijo que los había visto tener sexo xD, esperare la segunda parte :)

    ResponderEliminar
  2. *O* sadsadasdsadsadasdsadsadsadsadsadsadasdasdsadasdasdasdasdsadasdsadasdasdsadsadsadasdasdasdsadsadasdsadasdsadsadsadasdsadsadasdsa *Tres años después* dasdsadsadasdsadsadsadsadsadsadsadsadsad
    Inoo puto!!! (?) Me encanta la historia, está muy interesante (Y es mío, muajajajajajajaja)
    Normal que quiera acostarse con Inoo (Quién no? e.e), lo ha hecho con todos menos con él XD
    uyuyuyuyuyuyuyuuy quiero saber quién es ese novio que ha cortado su racha e.e
    Morí cuando todos estaban en shock porque les había dicho que era su novio XDDDDDDD
    Yamada quiere a Yuto como Daiki quiere a Inoo, está claro, no hay más explicación e.e
    kvfgvkjdsgmkjnd Me encanta, quiero la segunda parte *________*

    ResponderEliminar

Si te ha gustado comenta! con tu comentario haces que me anime a escribir más! Gracias! ^^