¡Espero que os guste! ^^
Necesidad.
Pareja: Inoodai [Inoo Kei&Arioka Daiki]
Extensión: Drabble
Género: Ni idea... u_u
Nota: hacía tiempo que no escribía un Inoodai...
Autora: Mimi-chan ^-^
*Capítulo único.*
Movía el pie rápida y repetidamente ante la impaciencia que sentía. Quería que la hora llegase. Se encontraba sentado en su oficina mientras miraba fijamente la pantalla de su ordenador. No hacía nada más que verla, aún sabiendo que distrayéndose pasaba más rápido el tiempo, seguía mirando insistentemente el reloj en la esquina derecha de la pantalla.
- Inoo. – llamó alguien al otro lado de la puerta. Elevó un poco la mirada, pero rápidamente la llevó de nueva cuenta hacia la pantalla, específicamente hacia el reloj. Dio la señal de que pasase.
Yabu se sentó en una de las sillas que había enfrente del escritorio, con toda la confianza del mundo. Eran viejos amigos, y casualmente habían acabado en el mismo departamento de la empresa.
- ¿Cómo vas? – le pregunto mientras cruzaba las piernas elegantemente, como todo un ejecutivo; con ese traje negro con delgadas líneas grises, acompañado de una camisa gris claro y sin corbata. Inoo le miró interrogante.
- ¿Con qué? – preguntó mirándole fijamente pero sin cesar el movimiento de pie. Sentía una impaciencia nunca sentida antes y solamente quería una cosa, que llegase la hora en que su jornada laboral acabase.
- El informe que te mandé. – expresó cansado. Últimamente Kei andaba distraído, lo era normalmente, pero hasta tal punto de olvidar lo que le había mando hacía dos horas era… algo anormal.
- ¡Ah! – exclamó sorprendido. Abrió un cajón de su escritorio y sacó una carpeta marrón claro con el informe dentro. – Aquí tienes. – le extendió el informe y volvió a mirar la pantalla.
Yabu sonrió, miró el informe y vio que estaba bien redactado, como siempre Inoo hacía un espléndido trabajo. Miró fijamente el rostro blanquecino del menor y volvió a sonreír. Podía notar cierta impaciencia y urgencia en su rostro. Se levantó dispuesto a marcharse aún con la sonrisa implantada en el rostro. Y antes de salir por la puerta se giró levemente.
- Ya puedes marchar, si quieres claro. – habló divertido interrumpiendo la telequinesis del menor. Quien pensaba que tal vez mirando el reloj avanzase más rápido el tiempo. Inoo elevó el rostro sorprendido. Abrió la boca para después sonreír y levantarse rápidamente, tal parecía que Yabu le había leído la mente.
Salió lo más rápido que pudo de la empresa. Llamó a un taxi que pasaba por la ciudad y se encaminó a su casa con la mayor urgencia del mundo, sin olvidar una ilusionada sonrisa en el rostro. Cuando llegó se encontró que todo estaba a oscuras, dejó el abrigo y el maletín en la percha que había en la entrada y se descalzó.
Subió a la planta de arriba de la casa y le buscó por todas partes, sin encontrarle por ningún lado. Empezaba a desilusionarse, pues se suponía que él llegaba hoy del viaje con su familia, pero a lo mejor se había retrasado.
Se sentó en el sofá una vez que recorrió toda la casa. Cerró los ojos ante el cansancio, optaría por llamarle y estaba a punto de hacerlo si no llega a ser porque la puerta se había abierto sorprendiéndole. Se irguió rápidamente y anduvo apresuradamente hacia la entrada. Y antes de que el menor pudiese hacer algo le empotró en la puerta haciendo que tirase las bolsas de la compra al suelo.
Le besó necesitado, urgente, apasionado, cariñoso, tierno… había muchas sensaciones contradictorias. El otro abrió los ojos sorprendido pero correspondió de igual manera. Mientras ponía las manos en el pecho del moreno, sintiendo el intenso y frenético latido del corazón de su acompañante.
- Kei, ¿qué pasa? – preguntó cuando se separaron del intenso beso. Ambos respiraban rápidamente ante la fogosa pasión con la que se había hecho el contacto. También se miraban con cariño.
- Tu, yo, cama ¡ahora! – demandó tirando de la muñeca del menor que sonrió divertido a la vez que se le escapaba una pequeña risita. Inoo cesó el empuje y le miró con el ceño fruncido. – ¿Te ríes de mí, Dai-chan? – preguntó haciéndose el malhumorado, aunque por dentro adoraba la risa del menor.
- No, no. – mentira, se estaba riendo. Kei frunció más el ceño y Daiki soltó una pequeña carcajada. – Es que hablas como un indio, usa algún verbo por lo menos. – y se rió otra vez provocando un pequeño sonrojo en el mayor.
- ¿Sería tan amable de compartir los deliciosos fluidos de su cuerpo con el mío? – ironizó utilizando el máximo de palabras que su acalorada mente daba. Ya que solamente había una palabra en ella. Daiki rió ante la pregunta del moreno.
- ¿Tanto te urge? Es que acabo de llegar, estoy algo cansado y… - no pudo continuar diciendo que quería darse una ducha por el corto pero intenso beso que le había dado Inoo de repente. Se volvieron a separar y se miraron fijamente.
- No me urge, lo necesito. – hizo una pausa en la que apoyó su frente con la del menor, mezclando ambos cabellos castaños y morenos. Daiki suspiró ante la cercanía, sentía el ardiente aliento del mayor encima de sus labios, además de las descaradas manos en su trasero. – Joder, pasar una maldita hora sin ti me vuelve loco. Imagínate dos semanas… - susurró contra sus labios. Daiki sonrió algo sonrojado, esa revelación no era propia del mayor, solía ser más delicado.
Le abrazó y le apretó contra su cuerpo, sintiendo el miembro del mayor contra el suyo, ya que no había mucha diferencia de alturas. Sonrió y le dio un corto y tímido beso, normalmente no solía tomar la iniciativa él.
- Yo también te necesito. – susurró entrecerrando sus ojos. Inoo se separó rápidamente, le cogió de nuevo de la muñeca y tiró de él hacia la habitación de ambos, cerrando la puerta de un portazo.
Daiki se asustó cuando escuchó un “espero que estés preparado para lo que viene, Arioka Daiki.” Era la primera vez que veía a Inoo tan desesperado y necesitado… y la verdad le gustada.
*Fin*
Espero que os haya gustado y que no haya quedado del todo raro... xD Hacía tiempo que no publicaba un drabble...
¡Mimi-chan destaaaa~!
WAAAAAAAA DRABBLE TUYO Y INOODAI!!!!!!!! */////* Como sabes hacerme feliz *^*
ResponderEliminarDeberías de haber puesto el lemon de después, tenía pinta de ser MUY lemonoso con el desesperado de Inoo *---* Aunque si Daiki está cansado... ¿Se quedará dormido en medio del tema? XDDDDDD
Me encantó~ <3
la verdad esos dos no pueden estar separados mucho tiempo se nota q se aman demasiado el lemon mi imaginacion ya se encargo de imaginar todo
ResponderEliminarbye.