jueves, 8 de agosto de 2013

[One-shot] Amigos. [Daichii]

Bueno pues aquí traigo un one-shot de una pareja que le había prometido a Pao-chan. Sé que no es muy largo, pero me parecía más largo que un drabble. Así que como en drabble no cuenta, lo pongo en one-shot. Espero que les guste.










Amigos.


Pareja: Daichii [Arioka Daiki&Chinen Yuri]
Extensión: One-shot.
Género: Shounen-ai.
Dedicado a: Pao-chan <3
Nota: Bueno, creo que era un Daichii ¿no? Es que ahora mismo lo estoy dudando un montón.... xD Yo creo que sí. Y si no lo es me lo recuerdas  y te hago otra historia con la pareja que era xD Sukiii <3
Autora: Mimi-chan.




*Capítulo único*




Llevaba un tiempo notándole raro, no sabía en qué aspecto pero así lo percibía. Quería preguntarle, pero no sabía cómo. Estaba claro que algo le pasaba. Y más con él. Con el resto podía ver que no había habido ningún cambio. Pero con él era todo distinto. Siempre estaban uno detrás del otro para hacer tonterías. Había sido siempre, y así tendría que seguir. Pero algo le había pasado Daiki que había cambiado de la noche a la mañana su trato con él. Y eso le tenía muy preocupado. Pues pensaba que se debía a algo que había hecho él.


- Vete y pregúntaselo. – interrumpió Yuto los comederos de cabeza del pequeño. Éste le miró sorprendido. ¿Qué tontería era esa? No podía preguntarle así sin más, tenía que haber una conversación previa.

- No es tan sencillo. – respondió Chinen mirando al susodicho hablar con alguien a través del teléfono. Tocaba la pantalla rápidamente, mostrando la agilidad que tenía al escribir.

- Yo no veo tanto problema. – suspiró cansado de esa historia. Comprendía la preocupación del bajo, pero no entendía la tardanza de Yuri por solucionar el problema. – Estás esperando a que las cosas vuelvan a ser como antes. Y sabes que eso no pasará. – se estiró en la silla. La práctica anterior le había cansado. Por lo hablar que seguían con el mismo tema desde hacía dos semanas.

- Sabes cómo es Dai-chan, tiene temporadas. – más para convencer a Nakajima, era para convencerse así mismo. Bajó la mirada fijándola en los pies. Sabía que Yuto tenía razón, pero le daba vergüenza tratar ese tema con Daiki. Iba en contra de su personalidad.

- ¿Y ésta no se está alargando demasiado? – su tono cansado seguía presente en la voz. Chinen asintió. Ya hacía dos semanas que casi no se hablaban, si no llegaba a ser por los conciertos casi ni hablarían. – Afróntalo, hasta que tu no vayas, no se va a solucionar. – se levantó para no tener que seguir con el tema.

Chinen miró la espalda de Yuto alejarse. Tenía toda la razón. Había que aclarar ese tema, sabía que había hecho algo y tenía que pedirle perdón. Pero el orgullo le decía que era Daiki el que tenía que volver a él. Él se había alejado, él tenía que venir. Así de simple. Pero no podía seguir así más tiempo, Daiki era una parte fundamental en su vida diaria. Necesitaba hablar con él aunque fuese diez minutos para tener un día completo y pleno. Desde que no se hablaban estaba más hostil e irascible.

Lo había decidido. Esa tarde después del ensayo aclararía las cosas con él. Le daba igual el resultado, incluso si acaban peor, pero por lo menos sabría qué pasaba.



La práctica concluyó con el cansancio de la mayoría. Había sido una jornada intensa, cambiando varias cosas de los conciertos, marcando más los pasos, añadiendo gestos… bastante ajetreada. Todos salieron duchados y hablando alegremente. La ducha los había dejado como nuevos a la mayoría.

Fuera de los vestuarios Chinen esperaba, moviendo el pie impaciente, a Arioka que se estaba demorando bastante. Le esperaba al lado de la puerta apoyado en la pared. Tenía algo de nervios, pues sin duda se dirían varias cosas y no sabía cómo acabaría el asunto. Pero tenía que hablarlo con él, ya lo había alargado demasiado.

Se irguió cuando escuchó el pomo de la puerta abrir. Y le sonrió lo más natural posible para que el mayor no sospechase nada. El otro abrió los ojos sorprendido de encontrarle ahí. Sin duda, no se lo esperaba.

- ¿Chinen? – detuvo el paso y quedó agarrado del pomo. Tampoco el bajo le había dado espacio para más. Impidiendo así que el mayor le diese por desviar el tema y marcharse.

- Tenemos que hablar, Dai-chan. – sentenció. Daiki tragó saliva. Sabía lo que venía ahora. Yuri le echaría en cara el distanciamiento y él tendría que explicarle las cosas.

- Pues habla. – intentó sonar lo menos nervioso que pudo, pero no lo consiguió. No quería hablar de esto y menos con Chinen. Él era la persona con quien no quería tratarlo. Pero estaba claro que esta conversación llegaría tarde o temprano. Y era un iluso si pensaba que no sería así.

- ¿Por qué ya no hablas conmigo? – arribó el tema de frente, sin rodeos. No tenían tiempo para andar perdiéndolo. O así pensaba Chinen. Ya habían perdido bastante, como para perder más.

- No es que no quiera hablar contigo. – soltó la puerta porque le resultaba patético seguir cogido al pomo. Miró de frente a Chinen, no quería perderse ninguna facción que hiciese. Aunque ahora le estaba costando bastante, estaba nervioso.

- Entonces, ¿por qué? – simplemente preguntó apretando los puños a ambos costados. Sentía impotencia. No comprendía la situación, de cómo de un día para otro habían dejado de hablarse. Quería saber qué había pasado para llegar a esta situación. – ¿Qué he hecho para que no me hables? ¿Te he dicho algo que te molestase? ¿Me odias? ¿Te caigo mal? – bombardeó a preguntas.

Daiki desvió la mirada incómodo. No quería decirle el verdadero motivo, pero intuía que acabaría diciéndoselo. Parecía que Chinen no estaba por la labor de irse de allí sin el verdadero motivo. Se mordió el labio inferior por el nerviosismo de la conversación.

Yuri miraba expectante el rostro de Daiki. Tratando de descifrar en su mirada algo, algo que le dijese que estaba en lo cierto. Porque si no, no comprendía el por qué de esto. Se estaba molestando, Arioka llevaba un tiempo en silencio y parecía no querer contestarle. Pero no se iría de ahí sin una explicación.

- ¡Simplemente quiero saber por qué! – gritó impaciente. Daiki no iba a contestarle, y se lo sonsacaría aunque fuese a gritos. El otro se asustó por el inesperado tono de voz. – ¡Dime qué he hecho y lo arreglaré! ¡Pero si te quedas en silencio no sabré nada! Si es algo que he dicho, o algo que hago, o que me meto mucho contigo, o… ¡yo qué sé! ¡Pero dime algo! – Chinen seguía vociferando, sacando de quicio al mayor.

- ¡Me confundes! – gritó el también, interrumpiendo otro grito que iba a salir de la garganta del menor. Yuri abrió los ojos sorprendido, no se esperaba el grito de Daiki. El otro seguía mirando a otro lado incómodo. Ya se lo había dicho.

- ¿Qué? – preguntó confuso el menor. ¿Qué le confundía? ¿Qué quería decir eso? No lo entendía.

- Pues eso… – susurró mordiéndose aún el labio inferior. Bajo toda costa no quería decírselo, pero otra parte de él le empujaba a desahogarse y contárselo. – He conocido a otra persona. Pero no la puedo llegar a conocer del todo porque tú estás alrededor… – volvió a susurrar haciendo que el moreno abriese aún más los ojos.

- ¿Te molesto? – seguía sin caber del asombro. Pero por lo menos Daiki ya le estaba contando el verdadero motivo. Aunque no entendía, le escucharía.

- No es eso. – Chinen y su manía de sacar las cosas fuera de contexto. Suspiró derrotado. – No puedo dejar de pensarte. Quiero conocer a otra persona y no puedo porque no sales de mi mente. Siempre tengo que estar pendiente de ti, siempre quiero saber cómo estás, qué te pasa… Y así no hay manera de comenzar una relación. – explicó tratando de que Chinen entendiese lo mejor posible. Aunque poco podía hacer porque no se entendía ni él mismo.

- ¿Y qué quieres que haga? – preguntó convencido a tratar de arreglarlo. Ahora sabía que si Daiki no podía iniciar una relación amorosa era por su dependencia. Además de que la idea de que Arioka tuviese pareja le resultaba odiosa. Eso de tener que compartir a Daiki con un extraño le quemaba el pecho, hasta el punto de querer llorar.

- No tienes que hacer nada. Ya es muy tarde. – por primera vez en todo el tiempo que llevaban hablando el mayor elevó la mirada y la fijó intensamente en Chinen. Consiguiendo que el menor se sonrojase sin saber por qué. – Me he enamorado de ti. – sentenció.

El sonrojo del moreno aumentó aún más. Abrió los ojos a la par que la boca. ¿En serio le acababa de decir eso? ¿No estaba soñando? ¿Daiki se le acababa de confesar? Ahora el verdadero motivo de la distanciación no le importaba, solamente quería volver a escuchar esas palabras.

Sonrió teniendo clara la respuesta que le iba a dar.



*Fin*


Sí lo sé, final abierto xD Pero quería probarlo una vez en mi vida xD
Espero que les haya gustado.
Mimi-chan desta~!

1 comentario:

  1. Noooo D: final abierto... Jajaja Mimi-chan no es cierto n.n wahhhh me gusto mucho ;/////; esta se convirtió en una de mis parejas favoritas, tu fic fue muy genial, en serio gracias Mimi-chan *-* y perdón por comentar tan tarde >.<!

    ResponderEliminar

Si te ha gustado comenta! con tu comentario haces que me anime a escribir más! Gracias! ^^