[Drabble] Comienzo. [Yama-chii]

Hola! Mucho tiempo sin escribir algo ¿verdad? Es que he estado algo ocupadillla estos dias... realmente lo siento. Espero que con esta historia me perdonéis, no he podido leer vuestras historias, lo siento por eso!!! JURO QUE LAS LEERÉ SIN FALTAAA!!

Comienzo.

Pareja: Yamada Ryosuke & Chinen Yuri.

Extensión: Drabble

Género: Romance.

Autora: Mimi-chan.

Nota: Espero que les haya gustado como ha quedado, a mi no me convence mucho la verdad. No sabía que pareja ponerle a este drabble, pensaba en dejarla a vuestra imaginación, pero luego me ha venido a la mente Chinen, asique lo he puesto. Vosotras podéis poner la pareja que queráis.

 

 

Capítulo único.

 

 

 

Se encontraba en el parque en el que se habían conocido.   Bueno recuerdos se llevaban de ese lugar, inolvidables recuerdos a decir verdad. ¿Cómo olvidar todo lo que había pasado ahí? Imposible. Ahí había conocido a una de las personas más importantes de su vida. Una de las personas que había marcado su vida, su rumbo, su destino. Todo, absolutamente todo, había cambiado cuando le conoció.

Había aprendido a ser feliz, a amar, a llorar, a dormir dichoso, a sentir celos, a odiar, a respetar, a venerar, a sufrir, a seguir... todo, lo había aprendido todo por esa persona. Y sería capaz de repetirlo una vez más, incluso con todos los errores cometidos. Porque no se arrepentía de nada de lo que había echo, sentido o dicho. Porque sabía que si lo había dicho era porque lo había sentido de tal manera. Si lo había echo era porque tenía que hacerlo. Así de simple.

¿Y ahora? ¿Y ahora que le quedaba? Nada, solamente los recuerdos de lo feliz y dichoso que había sido. Esos recuerdos que nunca desaparecerían, porque no quería que desapareciesen. Porque esos recuerdos le mantenían vivo, porque marcaban un nuevo rumbo en su vida. Sabía que eran solo eso, recuerdos. Pero no podía dejarlos atrás, porque eran parte de él, esos recuerdos habían forjado su personalidad y no podía ignorarlos. Además, ¿por qué ignorarlos cuando había sido tan feliz? Era absurdo tratar de ignorarlo.

Sabía que ahora no tenía nada, solo los recuerdos, y por eso estaba ahí. Con la espranza de volver a encontrarlo de nuevo, de volver a verle, hablarle y sentirle. Porque era lo que necesitaba, pero sabía que eso no podía ser. Porque lo de ellos no podía volver a ser, había acabado, le habían puesto fin. No se arrepentía, pues era lo que habían sentido en ese momento, pero quería volver a sentir la emoción de encontrarle. Sabía que eso no volvería a suceder.

Una lágrima solitaria rodó por su enrojecida mejilla.

Sólo le quedaba eso, llorar, llorar hasta que de sus ojos lo brotasen de sus ojos, hasta que ya no le quedase agua salada que derramar. Eso era su presente, puesto que el pasado había sido a su lado. Ahora el presente era oscuro, solitario y misterioso. Ahora no tenía a nadie a su lado para guiarle, ahora... estaba solo. Él, la persona que le orientaba, no estaba, se había marchado, ya no seguía a su lado. Solo le quedaba mirar al incierto presente, sólo eso.

Sus hombros temblaban repetidas veces acompañando a los sordos sollozos de su garganta.

Ahí, donde había comenzado todo, ahí, se había acabado. Ya no tenía nada que hacer, sabía que no volvería, ¿por qué estaba ahí? La esperanza es lo último que se pierde, se repitió a sí mismo mentalmente. Seguramente que para consolarse, necesitaba el abrazo de alguien, realmente lo necesitaba. Pero no de cualquiera, de ese alguien especial que ahora no estaba.

- Oye, ¿te pasa algo? - escuchó una voz desconocida tras él. Se asustó y se giró limpiándose las lágrimas en el acto. La otra persona no pudo verlas, pero sus ojos rojos le delataron. - ¿Estás bien? - volvió a preguntar la persona algo preocupada por su estado.

Las palabras no salían, aunque quisiese no podía, la tristeza era mucha. Solamente pudo asentir mirándole con las mejillas sonrojadas acompañadas de sus ojos. Quería sonreír, pero no podía, no quería que la otra persona se preocupase más al ver su falsa sonrisa, asique no sonrió. Vio como la otra persona se sentaba a su lado con una radiante sonrisa en su rostro. Se sorprendió de dicho acto mas no se quejó, necesitaba a alguien a su lado en esos momentos, aunque ese alguien fuese una persona desconcida.

- Mi nombre es Chinen Yuri. ¿El tuyo? - le preguntó manteniendo la misma sonrisa.

- Yamada Ryosuke. - respondió simplemente mirándole directamente a los ojos, intentando agradecerle que le acompañase en esa soledad. Quería decirle que significaba mucho para él que le huviese hablado cuando más necesitaba despejar su mente. Quería decírselo, de verdad que sí, pero las palabras no salían.

Estuvieron hablando lo que quedaba de noche, que era poco. En el transcurso de la conversación Yamada había sonreído, aunque solo una vez, pero lo había echo. Seguramente que gracias al desconocido chico que le había hablado. Yamada solo pudo pensar:

"Por muy trágico que sea el final, un nuevo comienzo brillará."

Fin. 

Espero que les haya gustado chicas!!!

Siento el restraso de verdad!!!

Daisuki~!