Sí, he vuelto. Tal vez pensasteis "esta viene, pone una entrada y no vuelve" ¡pues no! Aquí estoy para publicar una nueva historia.
Tengo que aclarar varias cosas:
1.- El principio tengo entendido que se parece al de 50sombras. Pero tengo que aclarar, que no he leído ni visto las películas (lo sé, soy rara). Solamente tomé la idea de una historia que leí en fanfiction y que a su vez la autora de dicha historia aclaró que el cap1 estaba basado en esa historia. Esto quiero aclararlo. Puede parecerse, pero no me basé en los libros. De hecho sí, va a tener muuucho lemon, pero no va a ser parecido al de los libros.
2.- La pareja principal va a ser Ariyama, porque me encantan. Peeeero va a ver bastantes intercambios de parejas. Tengo en mente bastantes parejas. Para ser sincera no tengo claro cuáles van a ser las parejas finales. Esperar cualquier cosa y muuucho lemon. Aunque el lemon tardará en venir, pero cuando venga... *-*
3.- Estoy muuuy verde en la escritura. Y la imaginación ni os cuento... aunque ya estoy acabando el cap2, mi mente está muy espesa. Así que me cuesta mucho encontrar imaginación y demás, después de 3 años parada (porque no he escrito nada) creo que es normal.
Tengo que explicar, que poco a poco irán apareciendo los personajes. Y la función que tienen en la historia. No desesperéis xD
Bueno, sin más, ahí va la historia. ¡No me matéis!
Título: Game
Extensión: Serial
Pareja: Varias
Capítulo 1.
Miraba aquellas instalaciones aterrado. Miraba una y otra vez el papel que tenía en la mano, arrugado de tanto abrirlo y cerrarlo.
-Tampoco puede ser para tanto. - tragó saliva y se encaminó a la entrada.
Subió al último piso ahí le esperaba su "cita". No era una cita en sí, pero tendría que hacerle unas cuantas preguntas al presidente de la gran compañía Yamada líder en exportaciones del país. No había oído nada bueno del presidente, desde que era malhumorado a un tirano con sus empleados. Lo único que lavaba su fama era que donara X cantidad de dinero todos los meses a la beneficencia.
El "tin" del ascensor le avisó que había llegado a su destino. Suspiro nuevamente y estiró el cuello dándose ánimos.
Salió, sonrió y preguntó a la secretaria por el señor presidente, ella contestó que le estaba esperando. Tocó la puerta de cristal a su derecha y pidió permiso.
- Adelante. - contestaron del otro lado. Un escalofrío recorrió su espalda, era una voz bastante neutra, pero tenía algo en ella que le incomodaba.
- Yamada-sama. - hizo una reverencia a la vez que la puerta se cerraba detrás de él.
- Arioka-san, ¿verdad? - nuevamente sintió un escalofrío.
Levantó la mirada y se encontró con él. Con su mirada. Esa mirada que parecía recorrerle de arriba abajo, provocándole un calor no sólo en las mejillas, si no internamente. Tragó saliva bajando la mirada tímido. Tenía que reconocer que los rumores de que era guapo se quedaban cortos. Su belleza se comparaba a la de una chica, era realmente hermoso.
Se sentó en el sillón de en frente y le miró nuevamente, notando cómo esa mirada marrón le absorbía.
- Buenos días, Yamada-sama. - hizo una pausa dónde miraba la libreta y grabadora que traía. Levantó la vista de nuevo. - Yo soy Arioka Daiki, de la revista "Fantastic" estoy aquí para hacerle una breve entrevista. -
- Eso me había dicho mi secretaria sí. - puso las manos delante de la cara mirando al reportero intensamente.
- Ahora empezaré con la entrevista, le aviso que las respuestas serán grabadas. - la mano que sostenía la grabadora le temblaba, podía apostar que le caería en cualquier momento.
- ¿Su empresa se dedica a la exportación verdad? - se guio por la libreta de preguntas que había preparado durante la semana, la verdad era que dependiendo de este trabajo en la oficina le trataría de una forma u otra.
- Así es, actualmente somos el puesto nº1. - se notaba cierto deje de orgullo en su voz.
- ¿Por qué se decantó por exportar pescado? - continuó Daiki.
- La verdad es que como Japón es un archipiélago bastante enriquecido en este sector decidí aprovecharlo. Aunque no solo exportamos nacionalmente, tenemos algunos tratados internacionales. - sonrió de medio lado.
Arioka abrió levemente los ojos al observar esa sonrisa ladina. Su piel se erizó sin querer, esa sonrisa junto con su profunda mirada le hizo apartar la mirada nervioso. ¿Qué era eso?
- Vaya... ¿internacionalmente también? Sí que es una empresa en expansión.
- Así es, tenemos 1.500 empleados actualmente repartidos por todo el país. - volvió a sonreír de medio lado.
- Tengo entendido que esta empresa solamente tiene de vida 10 años. - leyó Daiki de su libreta. Yamada asintió. - Pero que en los últimos 3 años la empresa creció drásticamente, ¿a qué se debe? - le miró de nueva cuenta.
Yamada cambió la postura y se apoyó completamente en la silla haciendo que de la camisa blanca que tenía algo desabrochada se viese un poco de su pecho. Daiki tragó saliva el verle, era realmente sexy. Wikipedia no mentía cuando hablaba de las feromonas de este hombre.
- Bueno, básicamente son 3 años los que llevo yo al frente. - volvió a sonreír de la misma forma que momentos antes.
Arioka quedó en silencio, no sabía qué le pasaba. Él tenía claro que era hetero, pero ese hombre conseguía que su cuerpo reaccionase a cualquier gesto de su cara. ¿Sería por su rostro aniñado? No lo sabía. Ciertamente era guapo, pero de ahí a que consiguiese erizarle la piel...
- ¿Sucede algo? - le sacó de sus pensamientos el otro.
Daiki solamente negó y se dispuso a leer la siguiente pregunta.
- Dígame Yamada-san, no se le conoce ninguna pareja... ¿Ha estado solo siempre? - le miró. Notó que el otro se tensó, pero acto seguido sonrió.
- No veo qué tiene de importante eso. - siguió sonriendo mientras le mirada intensamente. Daiki se removió en el asiento incómodo.
- Verá... nosotros tenemos bastantes seguidoras que los temas del corazón les encanta, para complacerlas. - sonrió alegre Arioka.
- Pues no es que esté solo la mayor parte del tiempo. Se podría decir que gozo de compañía a menudo. - sonrió de lado.
Daiki entendió completamente a qué se refería. Sabía de sobra que eso eran amantes esporádicas. Anotó eso, no sabía por qué. Volvió a mirarle y se revolvió en su sitio, esa mirada y sonrisa le incomodaba.
Unos golpecitos en la puerta hicieron que ambos posasen su mirada en esta. La secretaria pasó algo ruborizada.
-Yamada-sama acuérdese que tiene una reunión dentro de diez minutos. - habló con voz suave.
El nombrado asintió, la verdad es que el tiempo se le había pasado volando llevaban ahí ya casi tres cuartos de hora.
-Ahora mismo voy. - la muchacha asintió y se retiró. - ¿Alguna pregunta más? - le miró fijamente.
Daiki tragó saliva nervioso, no entendía cómo ese hombre era quién a causarle tales sentires. ¿Atracción a primera vista? Podría ser, aunque tenía clara su condición sexual. Se le quedó mirando, intentando comprender qué era lo que tenía. Tanta fue su insistencia que Yamada también se le quedó mirando, preguntándose qué era lo que le pasaba.
Su cruce de miradas no estaba cuánto tiempo había durado, pero para Daiki había sido una eternidad. Le ponía nervioso y eso dado su personalidad era bastante raro. Yamada en cambio sonrió divertido, más o menos intuía qué podía estar pensando el otro.
-Arioka-san, ¿sucede algo? - el otro se sobresaltó en su sitio. ¿Se habría dado cuenta de su mirada?
-No, no es nada. - se levantó de su sitio y se acercó al escritorio del otro bajo la mirada de este.
Sacó de su bolsillo su tarjeta de trabajo, donde tenía apuntado el número de teléfono y su nombre.
-Aquí tiene mi tarjeta, dentro de poco se pondrán en contacto con usted para sacarle las fotos de la entrevista. - sonrió carismático el mayor.
-Oh, ¿eres mayor que yo? - habló sorprendido Ryosuke. Daiki desvió la mirada, sí era dos años mayor que él ¿y qué había conseguido? Nada.
Yamada sonrió y se levantó para ofrecerle la mano en señal de despedida. Daiki aceptó contento. Nada más estrechar su mano con la del otro una corriente atravesó su espina dorsal. Abrió levemente la boca sorprendido. Casi parecía que se le había escapado un suspiro. Retiró la mano rápidamente y sonrió haciendo una reverencia.
Se disponía a irse cuando la voz del otro hizo que parase y se girase a mirarle.
-Esta es mi tarjeta, cualquier cosa llame a ese número. Es mi número privado. - sonrió ladinamente Yamada. Inclusive Daiki pensaba que le había visto guiñarle un ojo.
Sintió sonrojarse levemente y asintió mientras la cogía y la miraba detenidamente. Sí, tal perecía que era un numero de móvil. Le miró sorprendido, ¿es que le daba el número a cualquiera? Asintió, cogió el pomo de la puerta para marcharse y nuevamente la voz de otro le detuvo.
-Para cualquier cosa. - sintió cómo después de eso sonreía. Daiki asintió y abrió la puerta y salió del despacho de ese hombre.
Se apresuró para caminar al ascensor despidiéndose de la secretaria en el camino. Una vez dentro del ascensor llevó su mano al pecho, su corazón iba alocado, no entendía nada. Cómo ese sujeto podía hacerle sentir así, era la primera vez que le veía no era normal.
Suspiró en la soledad del ascensor tratando de calmar sus pulsaciones. Cerró los ojos y la imagen de ese hombre volvió a su mente. ¿Qué le pasaba? Salió del ascensor cruzándose con un chico bajito y moreno. Bastante mono todo fuese dicho. Le vio entrar en el ascensor y por un momento sus ojos se encontraron. Las puertas se cerraron y vio que al piso al que se dirigía era el mismo del que venía él.
Fin del cap.1
¿Qué les ha parecido? ¿Algo soso verdad? ¡Prometo que habrá muchas intrigas y demás. ¡También malos rollos, rivales, mal de amores...! ¡Y LEMON MUUUUCHO LEMON! ¡De todos con todos!(?)
Nah, eso no xD
¡Mimi-chan destaa~!